Desde hace unos años los espacios de difusión enfocados a las mujeres músicas nacionales e internacionales han estado ganando terreno en Chile y el mundo, ejemplo de ello es Ruidosa, fundado por la cantautora nacional Francisca Valenzuela, proyecto que lleva varios años en pie y que se ha expandido a otros países, pero a pesar de todo ello, aún las estadísticas siguen poniendo a los hombres como los mayores favorecidos ya sea en las listas de popularidad, presencia en los medios de comunicación y escenarios frente a las mujeres.
Es por lo mismo que las redes de colaboración para las músicas femeninas siguen naciendo, una de las más recientes y destacadas es “Mujeres Que Suenan”, iniciativa que nació como podcast liderado por la locutora y periodista de la radio 40 Principales, Martina Orrego, quien programa a programa conversa con músicas chilenas para destacar sus trabajos, hablar de lo que es ser mujer en la industria nacional y como esto influye en sus trabajos y vidas. El éxito y resultado del producto fue tan positivo que decidieron salir de los estudios radiales para aterrizar en el mundo de los shows en vivo.
Es ahí que nació el festival gratuito “Mujeres Que Suenan” -auspiciado por el gigante del whiskey Johnny Walker– el cual constó de una fecha en el GAM con 4 artistas femeninas nacionales: Shirel, Anto Bosman, Cancamusa y Masquemusica, las que tienen un factor en común: empezaron sus carreras en el complejo escenario de la pandemia por el COVID-19, lo que no significó un impedimento en el impulso de sus carreras a pesar de las dificultades.
Y es que el poder femenino se vio desde un inicio en el show, que tuvo un halo íntimo, colaborativo, cálido y ad hoc a su propósito, esto debido a que Martina Orrego, la cabeza del festival, presentó a cada una de las cuatro artistas, así como también las despedía con un par de preguntas sobre su trabajo y la importancia de la presencia femenina en la industria en sus distintas facetas y géneros, lo que le daba un aire de cercanía y dinamismo al desarrollo de cada uno de los shows y que por ende influyeron de manera muy positiva en la experiencia.
Ejemplo de ello quedó demostrado en los shows de cada una de las artistas, como la encargada de abrir el telón, Masquemusica que con su voz rasposa y su especial coqueteo entre el soul y el hip-hop tuvo a un público hipnotizado de inicio a fin a pesar de no conocer su repertorio, por otro lado la ahora residente en Mexico, Cancamusa llenó de ternura el escenario acompañada de su guitarra, la cual hizo corear a todo el público presente, por otro lado Anto Bosman deslumbró e hizo bailar a todo el GAM al ritmo de su onda urbana, mientras que la encargada de cerrar, Shirel, demostró que nació para estar en el escenario con su presencia escénica, baile y voz frente a un público que coreaba todo su repertorio de principio a fin.
“Mujeres que suenan” cerró el telón con una noche íntima, dinámica, comunicativa, de reflexión y celebración y que superó las expectativas de muchos de los asistentes y probablemente incluso la de sus organizadores con una sala GAM llena que espera, según las propias palabras de Martina Orrego, ser la primera de muchas versiones de este festival que busca entregar espacios para artistas femeninas nacionales que esperamos, haya llegado para quedarse.