La segunda mitad del Festival Milenia nos transportó a una época dorada de la música, los años 2000, con una alineación de artistas internacionales que prometía una tarde llena de energía y diversidad musical. Si aún no lees la primera parte revísala aquí.
Lo Bueno: Actuaciones Electrizantes
Nonpoint irrumpió en el escenario con una actuación electrizante que mantuvo a la audiencia en vilo. Desde el impactante inicio con “Victim” hasta la explosiva «Bullet», la potencia y emoción estuvieron presentes en cada nota. Nonpoint demostró su versatilidad musical con baladas emotivas como «A Million Watts» y «Ruthless», lo que llevó a la audiencia a una montaña rusa de emociones. Los mosh pits no se hicieron esperar, y su actuación se convirtió en uno de los puntos culminantes inolvidables del festival.
Steel Panther se apoderó del escenario con su glam metal irreverente y letras provocativas. Canciones como «Let Me Cum In,» “Death to All but Metal,” “Community Property,” y «Gloryhole» desataron risas y aplausos en la audiencia. La hilarante interpretación de «Crazy Train» con Michael Starr personificando al Príncipe de las Tinieblas Ozzy Osbourne fue un momento inolvidable.
Alien Ant Farm revivió la década de los 90 con su icónica versión de «Smooth Criminal» y canciones como “Wish,” “Never Meant,” y «Movies». La audiencia cantó al unísono y la energía festiva inundó el lugar.
Candlebox, una banda icónica de los 90, regresó triunfalmente a los escenarios chilenos. Desde «Far Behind» hasta «Arrow» y «Simple Lessons», su actuación fue cargada de emociones y energía. El encore, que incluyó «Cover Me» y «You,» fue el punto culminante de su presentación, dejando una sensación de nostalgia y alegría.
Evanescence cerró el festival de manera espectacular. Amy Lee deslumbró al público con su poder vocal. Desde «What You Want» hasta «My Immortal» y «Bring Me to Life», mantuvo a la audiencia totalmente inmersa en su mundo musical. La noche terminó con emoción y lágrimas en los ojos de todos los presentes.
Lo Malo: Algunos Aspectos Desfavorables
La ubicación de la zona VIP resultó ser un inconveniente, ya que estaba alejada de los escenarios, lo que llevó a que muchos asistentes se mudaran a la zona general.
La larga espera entre Candlebox y Evanescence, que fue de casi una hora y media, podría haberse reducido para brindar más tiempo a las bandas anteriores.
La actitud de algunos asistentes que ocuparon un lugar delante del escenario desde temprano y no se movieron para permitir que otros disfrutaran de las bandas anteriores fue un aspecto desalentador.
En resumen, el Festival Milenia fue una celebración de la diversidad musical que dejó recuerdos imborrables y una apreciación renovada por la música en vivo. Cada banda aportó su estilo y carisma únicos, creando una experiencia que capturó la esencia de la música en su máxima expresión.
¡No te pierdas la próxima edición de este festival que promete seguir rememorando los tiempos dorados de los millennials!
Créditos fotográficos: Eduardo Sandoval – @edo_cl