EVENTOS | Hammerfall: El martillo resuena más fuerte

A dos años del lanzamiento de “Hammer of Dawn” aún nos sentimos envueltos en la poesía épica de las guitarras eléctricas del heavy y las influencias melódicas del power metal sueco.

Su último álbum evoca una era de glorias pretéritas y una estocada a los éxitos compilados por más de dos décadas. Es así como, a 35 años de su creación, Hammerfall destaca como una de las agrupaciones con una alineación muy estable en el tiempo, compuesta por miembros fundadores como Oscar Dronjak, Fredrik Larsson y Joacim Cans acompañados por los dedicados Pontus Norgren y David Wallin, por más de una década.

Esto se debe a que la banda logra la sinergia perfecta entre el pasado y la natural evolución musical que patentan en cada álbum. Tener el mismo estilo épico e inconfundible que no ha hecho más que mejorar con los años, es algo que no cualquier banda se puede jactar de tener.

Tal vez esta expresión creativo-musical se plantea como la más ambiciosa de los últimos años, es como si hubiéramos detenido el tiempo y viajando a inicios de siglo, a los tiempos de “Renegade” y así sucesivamente hacia atrás, a sus primeros discos como “Legacy of Kings” (1998) y el albor de su música “Glory to the brave” (1997). La relación musical es tan estrecha entre estos 4 álbumes, que se vuelve casi indivisible la diferencia de los tiempos musicales primigenios, excepto por el indiscutible paso del tiempo tecnológico que incide en las mezclas.

Este álbum representa una mezcla variopinta de power metal. Por un lado, tenemos esa mezcla perfecta entre el dinámico power metal melódico centrado en fluctuaciones de guitarras, atmosferas con sabor a gloria, y por el otro lado, está la presencia de potentes y eléctricos riff, más duros al estilo del heavy metal y líneas melódicas más pesadas de lo acostumbrado. También hay presencia de las clásicas canciones bien power ballad a las que nos tienen acostumbrados a lo largo de toda su carrera, constituyéndose todo un clásico amparado en cada álbum.

Héctor aún es el portentoso protagonista de sus carátulas