Por: Lukas Arias (@lukariass)
Fotos: Cristian Belano (@cristianbelano)
Una velada llena de emoción y reencuentro con los fanáticos fue la de anoche en el Teatro Coliseo, donde el canadiense Dallas Green regresó a Chile con su proyecto solista, City and Colour, en su tercera visita al país.
Después de ocho años de espera, Dallas volvió a suelo chileno para presentar tanto lo nuevo como lo clásico de su carrera en solitario. Aunque Dallas estuvo en Chile hace dos años con su banda Alexisonfire, que se presentó en el Lollapalooza 2022, esta era una oportunidad esperada para ver a City and Colour en vivo, luego de que su presentación programada para el Lollapalooza 2020 fuera cancelada por la pandemia.
El concierto comenzó con un pequeño retraso de diez minutos debido a una persona desmayada que fue atendida antes de que Dallas y su banda subieran al escenario. Poco después de las 21:10, los cinco músicos fueron recibidos con una ovación ensordecedora. Dallas se acercó al micrófono y dijo: “Santiago, esto va a ser emotivo”, antes de iniciar con “Meant to Be” de su álbum más reciente.
El sonido característico de City and Colour, con influencias country y folk, llenó el teatro de una atmósfera calmada y relajada, especialmente en canciones como “We Found Each Other in the Dark”. Sin embargo, también hubo momentos de mayor intensidad pop con temas como “Northern Blues” y “Thirst”, creando una combinación perfecta de emoción y nostalgia.
El público no pudo evitar moverse para bailar y muchos dejaron escapar lágrimas al escuchar las interpretaciones del músico norteamericano. Un momento especialmente emotivo y a destacar fue su cover de “Nutshell” de Alice in Chains, que con el estilo único de City and Colour, transmitió toda la melancolía de este clásico del grunge de los ‘90.
Antes de tocar “Waiting…”, Dallas explicó que esta canción, que muchos pensaron era sobre una persona triste, realmente trata sobre la humanidad y los días malos que a veces enfrentamos. Dijo que escribir sobre esos días le ayuda a sentirse mejor y encontrar días más luminosos.
La noche continuó con “Hello, I’m in Delaware” de su álbum debut “Sometimes” (2005) y luego “Bow Down to Love”, cerrando la primera parte del show de manera conmovedora. Después de un breve encore, Dallas regresó al escenario solo con su guitarra acústica para interpretar “Northern Wind”.
El concierto continuó con la participación del guitarrista/tecladista en “Comin’ Home”, haciendo cantar al público a todo pulmón. Como sorpresa, incluyó el coro de “This Could Be Anywhere in the World”. Luego siguieron “Lover Come Back” y “Sleeping Sickness”. Aunque parecía que esta última sería el final, Dallas sorprendió al público con una canción más, “Sometimes (I Wish)”, cerrando la noche de manera triunfal.
El concierto fue un viaje emotivo, melancólico y lleno de momentos emocionantes, con una selección de 22 canciones que hicieron vibrar a todos en el teatro. La versatilidad de ritmos y sonidos, junto con los cambios de instrumentos, mantuvieron el show dinámico y entretenido.
Destaco especialmente el cover de Alice in Chains y la inclusión del coro de Alexisonfire, mostrando la capacidad de Dallas para conectar con el público a través de su propia música y la de sus bandas favoritas. También fue un gesto apreciado tocar una canción extra, algo que no hizo en sus conciertos en Brasil.
Agradecer a la productora Transistor por la invitación a esta noche tan especial y emotiva.