La música tiene el poder de conectar almas a través del tiempo, de unir a personas que comparten una pasión sin importar la distancia ni los años. Un ejemplo perfecto de esta magia se vivió cuando el legendario actor Anthony Hopkins, conocido por su talento en la pantalla, vio uno de sus sueños musicales hacerse realidad gracias a André Rieu, el renombrado violinista y director de orquesta.
Un vals escrito en la juventud.
Mucho antes de que Anthony Hopkins se convirtiera en un ícono del cine, con interpretaciones inolvidables como Hannibal Lecter en El silencio de los inocentes, su primer amor fue la música. A los veintitantos años, en 1964, el joven Hopkins compuso un vals titulado “And the Waltz Goes On”. Esta pieza musical, aunque muy querida por él, permaneció en silencio durante casi cinco décadas.
Un encuentro casual y un sueño revelado.
El vals escrito por Hopkins pudo haber quedado en el olvido si no fuera por un simple deseo expresado casualmente durante una noche. Mientras veía uno de los grandiosos conciertos de André Rieu en televisión junto a su esposa, Hopkins mencionó con nostalgia que le encantaría escuchar su vals tocado en Viena, la cuna del vals.
Lo que el actor no sabía es que su esposa, movida por el amor y el deseo de ver realizado el sueño de su marido, decidió tomar cartas en el asunto. Se contactó con Rieu y le envió la partitura de la pieza compuesta hace casi 50 años.
El estreno en Viena: un momento inolvidable.
André Rieu, con su habitual entusiasmo por la música y su aprecio por las historias que ésta encierra, quedó cautivado por la composición de Hopkins. Decidió hacer algo especial. Sorprendió al actor galés con una llamada telefónica, informándole que había ensayado su vals con la Orquesta Johann Strauss y que estaban listos para interpretarlo en vivo.
El 2012 fue testigo de un momento mágico cuando, en una de las salas más hermosas de Viena, el sueño de Hopkins se hizo realidad. Durante uno de los conciertos de Rieu, la orquesta interpretó “And the Waltz Goes On” ante un público expectante. Hopkins, presente en la sala, no pudo contener la emoción al escuchar los acordes de su creación resonando en ese escenario icónico. «¡Me encanta, me encanta y tengo lágrimas en los ojos!», exclamó el actor, conmovido hasta lo más profundo.
Un legado que continúa.
El estreno del vals en Viena fue solo el comienzo. Rieu quedó tan impresionado con la composición que decidió incluirla en su repertorio, llevándola a diferentes escenarios alrededor del mundo durante sus giras. Uno de los momentos más memorables fue en Maastricht, donde Hopkins, visiblemente emocionado, observó desde el público mientras la orquesta interpretaba su pieza. Al final de la presentación, el actor se levantó, se quitó el sombrero en señal de gratitud y saludó a la multitud, agradeciendo tanto a la orquesta como al público por ese homenaje a su juventud.
Un concierto inolvidable en santiago.
Ahora, los seguidores de André Rieu en Santiago tendrán la oportunidad de presenciar maravillosas interpretaciones durante su seguidilla de conciertos del 11 al 15 de septiembre en el Movistar Arena. Esta es una oportunidad única para disfrutar de un repertorio que no solo celebra la música clásica, sino también los sueños que, como el de Anthony Hopkins, pueden hacerse realidad con el tiempo y la pasión compartida.
No te pierdas la oportunidad de vivir una noche llena de emoción y música de la mano del «Rey del Vals». ¡Nos vemos en el Movistar Arena!
