Tortoise es una banda interesante, y no lo decimos solamente por su música o por ser catalogados como los precursores del post-rock underground estadounidense de los 90’s, sino más bien por la manera que tienen de crear sus heterogéneas atmósferas sonoras. 

Ya el simple hecho de tener dos baterías, presentes en la gran mayoría de sus composiciones, los dota de una riqueza inigualable para alcanzar sus ambiciosas metas musicales. Y es este punto uno de los que hace tan singular a la banda, pues siempre es fascinante ver sobre el escenario el intercambio percusivo entre John McEntire, Dan Bitney o John Herdon, donde cada uno aporta con su estilo y esencia a las canciones. 

Esto es algo que de seguro veremos el próximo 11 de mayo cuando toquen en su totalidad el “TNT” de 1998, en su esperado regreso a nuestro país. Consigue tus entradas en Puntoticket.

Sin embargo, hoy no vinimos a hablarles de ese álbum, sino más bien de uno que ha sido catalogado como “la quinta maravilla” de Tortoise, “It’s All Around You”. 

Lanzado en un abril de 2004, este disco es una de esas joyas de culto que pasaron desapercibidas entre la efervescencia que tenía la nueva ola del rock moderno de aquella época. Entre tanto frenetismo guitarrero de bandas como The Killers, Franz Ferdinand, Artic Monkeys o The Strokes, es necesario de vez en cuando sentarse a disfrutar y reflexionar, algo a lo que particularmente nos invita la banda de Chicago con la apertura homónima “It’s All Around You”

Una canción marcada por una batería que coquetea con el bossa-nova acompañada por las texturas de las guitarras, teclados y el bajo. Además, está la presencia del vibráfono, que resalta lo onírico que se siente todo. Estos serán los elementos predominantes que nos acompañan durante las 10 canciones del elepé.

Aunque no todo se trata de retratar la fantasía que vemos, por ejemplo, en la portada hecha por Oliver Wasow, pues,  “The Lithium Stiffs” logra sorprendernos con una gran emocionalidad que no se vuelve a repetir en otra canción, y es curioso como casi sin darnos cuenta, “Crest” con sonidos que en ocasiones son tétricos pero que retoman la belleza del track anterior.

Es claro que, para esta altura, la tímida incursión electrónica que se asomaba en sus primeros trabajos toma un mayor protagonismo en esta entrega, sin embargo, es siempre destacable que no abandonen del todo lo natural que se siente, por ejemplo, en la batería, un gran acierto, sobre todo en canciones como “Unknown”, que junto a la intensa “Dot /Eyes”, se convierten en lo mejor que tiene para ofrecer el álbum. 

Uno de los pocos problemas que tiene este trabajo es que, más allá de los buenos momentos que tiene, existen ciertas canciones que hace que pierda un poco la novedad sonora con la que abren el disco.

Por suerte las partes más repetitivas, o mejor dicho, que le hacen perder fuerza a su innovadora propuesta, logran ser contrarrestadas por el gran cierre de “Five Too Many” gracias a una predominante velocidad y riqueza musical, acompañado por “Salt The Skies”, la que concluye con bastante clase en cada uno de sus cambios de ritmos. Es casi como una catarsis de todo lo que venía preparándose hasta acá. Fenomenal.

Escuchar “It’s All Around You” es una experiencia de principio a fin, donde todo se logra sentir parte de una gran canción que nos transporta por cada uno de los lugares que vemos en su portada. Sólo le debemos poner play y disfrutar.

Pese a que es un álbum que al parecer no tocarán en el regreso triunfal que Tortoise tiene agendado en nuestro país el 11 de mayo en el Teatro Coliseo, si es un disco que amplia los paisajes sonoros que tan bien ha creado esta banda durante sus más de treinta años de trayectoria.

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