EVENTOS | «Jonny»: el íntimo disco que The Drums trae a nuestro país

Vivir tu infancia en un hogar sin amor es una experiencia dura, es algo que puede dejar heridas que te marcan para siempre y que se mantienen a flor de piel durante años. Sobre esto trata “Jonny”, un disco sumamente íntimo que termina convirtiendo a The Drums en el proyecto solista que Jonathan Pierce siempre buscó. Y esto está lejos de ser algo malo.

Con su clásico temple apagado, pero con la suficiente energía para que las canciones tengan esa mezcla entre luz y oscuridad, Pierce se aventura en contarnos una historia sumamente introspectiva. El álbum engancha de inmediato con “I Want It All”, y por mucho que su ritmo nos invite a mover el cuerpo, su lírica esconde un mensaje sumamente doloroso. 

Desde el diseño de su portada el vocalista está totalmente abierto para hacernos parte de su historia. “La canción (I Want It All) surgió del anhelo y el dolor derivados de una infancia sin amor. Sólo en los últimos años he empezado a comprender realmente lo que me ocurrió de niño, lo que me ha ayudado a empezar a construir mi propio puente hacia el amor verdadero.” Afirmaba el artista en una entrevista.

A medida que avanzamos vamos conociendo más de la introspección del vocalista con “Isolette” -que mantiene estos mismos elementos vertidos en el principio- junto a los poderosos mensajes que cargan “I Used To Want To Die” y que también se entrevé en canciones más etéreas como “Little Jonny”, con una letra que es una clara carta de amor y compasión hacia su yo del pasado.

Aunque siga siendo una faceta un tanto más popera, debido a los marcados elementos tecno, si vemos algunas que tienen propuestas un tanto más arriesgadas al proyecto como la colaboración de la rapera Rico Nasty para “Dying”, que es una de las más disonantes en el concepto del álbum, pero a la vez, es una de las más interesantes. También está “Pool God” que sabe llamar bastante la atención junto a una “Im Still Scared” que es totalmente frenética en medio de los armónicos que da Pierce con su voz. 

Es curioso cómo, en ocasiones, todo se siente conectado para escucharse y sentirse como una gran canción. Sin duda que es un álbum en el que puedes sumergirte totalmente gracias a lo atmosférico que se vuelven sus canciones, pero que también sabe darnos su cuota de luminiscencia gracias a las alegres melodías que vemos en “Obvius” o “Teach My Body”.

Cabe destacar que por mucho que haya cambiado este proyecto, Pierce aún sabe darnos piezas que mantengan esta esencia oscura y extrañamente bailable que tiene el post-punk, pero con ese sello de identidad que por años siempre ha enganchado con su público. Tal y como se nota en “Better”, “Plastic Envelope” y la gran “I (Still) Don’t Know How To Love” -con un claro guiño a “Portamento”– incluida en la deluxe edition.

Sin embargo, pareciera que musicalmente no terminó de convencer del todo a la crítica, debido a lo continuista que se siente la obra. Aunque nunca está demás destacar que donde realmente “Jonny” es fuerte es en el potente significado de sus letras debido a su gran carga emocional. En síntesis, sus canciones son buenas y poderosas, pero varias ya las hemos visto en otras entregas.

Si algo tiene “Jonny” que lo hace tan especial es sentirse como el alivio de por fin dejar atrás una pesada carga, de hacer a un lado el dolor para comenzar a hacer las pases contigo mismo en un proceso de sanación total. Aquí Pierce se despoja de todo. Es íntimo, sentimental y con ganas de hacer algo con lo que por fin sentirse en paz. Un acto de amor y rebeldía puesto en un disco que cuesta digerir a la primera, pero con el que es facil identificarse en el dolor que transmite el artista.

Recuerda que podrás disfrutar de estas y otras grandes canciones que The Drums tiene preparadas para este próximo 7 de septiembre en el Teatro Coliseo. Consigue tus entradas en Puntoticket.com

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