El 22 de octubre, el Teatro Caupolicán será testigo de una de las presentaciones más esperadas del año: Meshuggah, la legendaria banda sueca de metal progresivo, traerá su impresionante espectáculo a Santiago, en un concierto que promete ser tan intenso como técnico. Pero antes de que estos gigantes del metal tomen el escenario, es importante echar un vistazo a su fascinante historia y los desafíos que los han forjado como una de las bandas más influyentes en su género.

 

Accidentes y resiliencia: El duro camino hacia el reconocimiento

En 1994, Meshuggah lanzaba su EP «None», un trabajo que comenzaba a mostrar el potencial de ventas de la banda, especialmente bajo la mirada de su sello discográfico, Nuclear Blast. Sin embargo, lo que parecía el inicio de un nuevo capítulo en su carrera se vio interrumpido por una serie de infortunios que los obligó a mantenerse en silencio durante el resto del año.

El primero en enfrentar un accidente fue el guitarrista Fredrik Thordendal, quien sufrió un grave corte en la falange de su dedo corazón izquierdo mientras trabajaba como carpintero. Aunque la yema del dedo fue cosida de nuevo, Thordendal tuvo que pasar por un largo proceso de recuperación para poder volver a tocar con normalidad. Y como si esto no fuera suficiente, el baterista Tomas Haake también se vio afectado por un incidente en el que se aplastó la mano con una máquina moledora, dejándolo fuera de juego por varios meses.

A pesar de estos golpes, Meshuggah no se rindió. La banda continuó trabajando y, en abril y mayo de 1994, grabaron el EP «Selfcaged», aunque su lanzamiento tuvo que ser retrasado un año debido a los accidentes. La espera finalmente terminó en enero de 1995, cuando la banda regresó a los escenarios con más fuerza que nunca, iniciando una gira europea organizada por su sello discográfico.

«None» y la evolución del sonido Meshuggah

El EP «None» es un punto clave en la discografía de Meshuggah. Aunque su lanzamiento fue eclipsado por los accidentes, este trabajo marcó el comienzo de una nueva era en la que la banda empezaría a desarrollar el sonido técnico y experimental que los definiría en los años siguientes. Con ritmos polirrítmicos complejos y guitarras afinadas en tonos bajos, «None» demostró que Meshuggah estaba lista para ir más allá de las convenciones del metal extremo.

Esta etapa de la banda también coincidió con su decisión de seguir desafiando los límites de lo que el metal podía ser. A medida que Meshuggah comenzaba a superar sus obstáculos, su música se volvía más intrincada y poderosa, un testimonio de su capacidad para convertir las adversidades en motivación creativa.

Un regreso triunfal: Lo que puedes esperar en el Caupolicán

A lo largo de los años, Meshuggah ha demostrado ser una banda que no solo sobrevive, sino que prospera ante la adversidad. Desde los días de «None» y «Selfcaged», su sonido ha evolucionado hasta convertirse en una fuerza única dentro del metal progresivo y djent, influenciando a toda una generación de músicos y bandas. Con guitarras de ocho cuerdas, estructuras rítmicas imposibles y una precisión instrumental inigualable, cada uno de sus conciertos es una experiencia visceral que envuelve a la audiencia en una atmósfera de caos controlado.

El 22 de octubre, Meshuggah llegará al Teatro Caupolicán para presentar un show que seguramente incluirá tanto sus clásicos como algunos de sus temas más recientes. Con un catálogo que abarca décadas de innovación y perseverancia, este concierto será una celebración de su legado y de la capacidad de la banda para superar cualquier obstáculo, ya sea en el escenario o fuera de él.

Si aún no tienes tus entradas, no esperes más. Este será un evento único, donde cada riff resonará como un recordatorio de por qué Meshuggah es una de las bandas más respetadas e influyentes del metal contemporáneo. ¡No te pierdas la oportunidad de vivir esta experiencia única en vivo y ser parte de la locura de Meshuggah en Santiago!

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