Por: Lukas Arias
Deafheaven visitará por tercera vez nuestro país, el próximo 8 de marzo del 2023 en la mítica Blondie, en esta oportunidad presentará su último disco “Infinite Granite”, un trabajo completamente experimental y muy distinto a lo que era Deafheaven en sus inicios, ya que abandonan lo que era la intensidad del black metal. Presentan una propuesta de shoegaze acercando un poco a lo que es el blackgaze, o bien, black metal ambiental o atmosférico, en alguna de sus canciones como “Villain” o “Mombasa”, presenta a George Clarke con unas voces rasposas, tal como podemos escuchar de su álbum con más reproducciones en Spotify, “Sunbather” (2013), pero no por completo, el álbum tiene a favor sonidos más suaves y delicados.
Los oriundos de San Francisco, California, en una reciente entrevista con Loudwire, hablaron sobre una exploración de sonidos e influencias musicales “Para este disco, queríamos ampliar y desarrollar realmente esa parte de nuestro sonido. Desde el punto de vista del músico, es muy emocionante tener tiempo para desarrollar estas cosas y creo que subvertir las expectativas mientras lo hacemos es una ventaja adicional. Mantiene las cosas interesantes para nosotros”.
Este álbum nació en plena pandemia (2021), cuando la ansiedad embargaba a cada uno de sus integrantes “Es una influencia directa de la ansiedad”, comenta Clarke. También explica sobre “la nueva voz” que tiene el disco, sobre cómo dicho cambio es algo audaz estilísticamente, para ellos la voz limpia permite más matices que pueden atraer mucho más al oyente, tener ambos extremos, puede crear una imagen más completa y equilibrada.
Es un álbum que va de menos a más, por lo que es correcto escucharlo por orden, al inicio, en “Shellstar”, aparecen unos acordes acompañados de rasgueos de guitarra bastantes delicados, “nada cambia la condición” es lo que comienza a narrar Clarke. Acompañados de un coro totalmente fuera de órbita, es como si uno estuviera flotando sobre los acordes de la canción. Continuando con “In Blur”, y con casi la misma línea de la canción anterior, presentan “Great Mass Of Color”, con una explosión que rompe el esquema musical del álbum, creando un ambiente ruidoso pero a la vez ligero, todo engrandece a lo largo del tema, hasta escuchar un grito final desgarrador, acompañado de la frase “eres el mar, y nadie te posee, nadie te posee!”.
Continuando con “Neptune Raining Diamonds”, los sintetizadores crean una atmósfera espacial, la cual da inicio a “Lament For Wasps” con un pequeño rasgueo y un juego de toms de la batería. Una canción un poco más fuerte que las demás, se nota el cambio a medida que el álbum va pasando, es algo más pesado, pero como decía anteriormente, ligero a su vez. Es el turno de “Villain”, que su atmósfera musical nos lleva desde un lugar a su punto más alto que es su final, aquí es cuando Clarke grita de forma desgarradora “Mi propio villano en aumento”. “The Gnashing” sigue dejando la vara alta en cuanto a intensidad, al igual que “Other Language”, para dar el punto final con “Mombasa”, la canción más larga del disco, comienza con un arpegio y un arreglo de guitarra que genera paz y tranquilidad, diferente a su final. Esta si es una canción que representa a todas las anteriores del álbum, la tranquilidad y suavidad al inicio de cada tema, hasta estallar en un punto final, donde se le oye a Clarke con una voz furiosa, “la cama del hospital llena de tu apatía”, se forma un gran remolino espiritual que permanece así hasta el final de la canción, donde sí se le puede atribuir al blackgaze, el subgénero que caracteriza la banda, nada que envidiarle a los álbumes “Sunbather” (2013) u “Ordinary Corrupt Human Love” (2018), “Infinite Granite” tiene su espacio dentro del shoegaze.
En conclusión, un disco completamente diferente a lo que solía hacer la banda, pero sin dejar de lado alguno de sus riffs afilados o voces rasposas como en álbumes anteriores, también, algo completamente distinto a su último single “Black Brick” (2019), que es un concepto a lo que se le atribuye al más puro black metal.
Finalizando, la atmósfera principal que dejó la banda era como “estar flotando sobre un colchón de notas musicales, que viajaba por una amplia capa de espacio a una gran velocidad”.
Las entradas para su show en Chile están a la venta por sistema Eventrid y los valores son:
General preventa 1 (agotado): $28.000
General preventa 2: $33.000
General: $36.000