Por: Kevin Fuentealba Mol / @_nothingman._

Fotos: Cristian Calderón / @cristianbelano


El 29 de febrero quedará marcado en la memoria de los amantes de la música alternativa, ya que el Teatro Coliseo se convirtió en el epicentro de una experiencia única. Celebrando el raro año bisiesto, los seguidores de este género fueron testigos de una velada inolvidable con la participación de dos bandas emblemáticas: All Time Low y The Used.

Desde horas antes de la apertura de las puertas del recinto, se pudo observar un asombroso flujo de personas convergiendo hacia el Teatro Coliseo. Las largas filas de fanáticos entusiastas abarrotaron las calles desde Nataniel Cox hasta Alameda, generando una vibrante expectación. A pesar de algunos inconvenientes temporales debido a la abrumadora asistencia, el público logró ingresar al recinto y sumergirse en un espectáculo inigualable.

Peor es Nada: Una Explosión de Energía

La jornada se inició con la actuación de Peor es Nada, una banda conocida por su despliegue vibrante en el escenario y presentaciones enérgicas. A medida que el público ingresaba al Teatro Coliseo, la banda cautivó con un set de aproximadamente media hora, interpretando éxitos como «Detén el tiempo», “Crecer” y “Dejarse Llevar”. La audiencia respondió con entusiasmo, despidiendo a la banda con una ovación generalizada.

Fotografía de Cristian Calderón / @cristianbelano

The Used: Una Noche de Conexión y Energía Desbordante

A las 20:30 hrs, las luces del escenario se desvanecieron, revelando el reconocible logo de The Used en las pantallas, anunciando la llegada de la banda al escenario. El Teatro Coliseo, ya colmado de público entusiasta, recibió a los originarios de Utah con gran fervor. Bert McCracken, luciendo una camiseta de la selección chilena y portando la bandera nacional, inauguró el espectáculo con “Pretty Handsome Awkward”, “Take It Away” y “The Bird and the Worm”.

Fotografía de Cristian Calderón / @cristianbelano

A lo largo del show, la banda mantuvo una energía constante y una conexión palpable con el público. Aunque las interacciones verbales fueron escasas, la actitud de la banda creó un lazo inquebrantable, evidenciado incluso cuando un fan se subió al escenario durante la interpretación de “Listening” para abrazar a McCracken brevemente. Momentos destacados incluyeron la participación del público en el icónico grito «Fuck You» durante la canción del mismo nombre y la invitación a abuchear a Estados Unidos en la interpretación de “People Are Vomit”. En resumen, una actuación cargada de motivación y entrega entre cada canción.

Fotografía de Cristian Calderón / @cristianbelano

Clásicos como “Buried Myself Alive”, “I Caught Fire”, “All That I’ve Got” y “The Taste of Ink” resonaron en la sala, culminando con “A Box Full of Sharp Objects” y un breve cover de “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana, dejando al público extasiado y listo para la siguiente actuación.

Fotografía de Cristian Calderón / @cristianbelano

All Time Low: Un Despliegue de Energía y Emociones

A las 22:00 hrs, de forma sorpresiva, las luces se apagaron para dar paso a All Time Low. Bajo un telón con el nombre de la banda, el grupo fue recibido con una ovación ensordecedora al dar inicio con “Lost in Stereo”, desatando la euforia en el recinto.

El espectáculo se desarrolló de manera fluida, con pausas cuidadosamente programadas que permitieron disfrutar de canciones como «Damned If I Do Ya (Damned If I Don’t)», “Six Feet Under the Stars”, “Poppin’ Champagne” y “Tell Me I’m Alive” sin interrupciones, manteniendo la energía en un nivel constante.

Fotografía de Cristian Calderón / @cristianbelano

En los breves momentos de pausa, la banda interactuó y bromeó con el público, generando una conexión única con los fanáticos. Canciones como “PMA”, “Fake As Hell”, “Dark Side of Your Room” y “Something’s Gotta Give” precedieron a la presentación de los miembros de la banda.

El componente emocional se hizo presente con “Calm Down” y “Missing You”, brindando un respiro a un público entregado. Especialmente con “Therapy”, donde Alex Gaskarth interpretó la canción solo con su guitarra, acompañado por los coros entusiastas de los fans.

Fotografía de Cristian Calderón / @cristianbelano

La banda aseguró que el público se encontrara bien antes de sumergirse en las canciones más icónicas. “Time-Bomb” y “Sleepwalking” resonaron con fuerza, culminando con la clásica “Dear Maria, Count Me In”. Después de aproximadamente una hora y media de show, momentos memorables y una carga de nostalgia, All Time Low se despidió con una ovación inmensa, prometiendo volver el próximo año y dejando un público extasiado y agradecido por una noche inolvidable.

Fotografía de Cristian Calderón / @cristianbelano

Una Noche Inolvidable de Nostalgia y Energía Desbordante

La jornada vivida en el Teatro Coliseo no fue simplemente un concierto; fue un extraordinario tributo a la nostalgia que resonará en la memoria de los asistentes por mucho tiempo. Este evento no solo marcó la celebración de un año bisiesto, sino que también se erigió como un testimonio vibrante de la devoción de los fanáticos hacia la música alternativa.

El espectáculo, que comenzó con la enérgica actuación de Peor es Nada, sirvió como preludio a una noche llena de emociones y recuerdos. The Used se erigió como el protagonista indiscutible, desatando una demoledora fuerza que creó una ola de saltos y una actitud electrizante en el público. Su despliegue escénico fue una exhibición magistral de entrega y conexión, evidenciada en los rostros emocionados de los fanáticos de todas las edades.

Fotografía de Cristian Calderón / @cristianbelano

Por otro lado, All Time Low también dejó una marca imborrable con su espectáculo nostálgico. Generaron una avalancha de saltos, pero lo hicieron con una propuesta que resonó profundamente en la memoria de muchos. Su actuación fue más que un concierto; fue un viaje a través de la adolescencia y las experiencias compartidas con la banda como la banda sonora de la juventud de muchos presentes.

Los saltos y la energía desbordante fueron la constante de la noche, pero cada banda aportó su propio matiz a la experiencia. The Used, con su ferocidad, conquistó el escenario, mientras que All Time Low, con su toque nostálgico, creó una conexión única con la audiencia. Esta jornada no solo celebró la música alternativa, sino que también se convirtió en un capítulo indeleble en la historia de quienes tuvieron el privilegio de vivirla. Sin duda, una noche donde la nostalgia se entrelazó con la energía, dejando a los asistentes anhelando más encuentros como este en el futuro.

Fotografía de Cristian Calderón / @cristianbelano

Agradecemos a la productora Transistor por la invaluable oportunidad de ser parte de este gran evento.

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