Por: Kevin Fuentealba Mol / @_nothingman._
Fotos: @garygophoto
En una noche mágica, Black Pumas desató un torbellino de emociones en el Teatro Caupolicán con su triunfal regreso a nuestro país. La banda soul originaria de Texas hizo vibrar cada rincón del recinto con su estilo distintivo, desbordante de energía y sentimientos puros. Sin necesidad de aditivos ni artificios, Black Pumas orquestó un espectáculo que se alzará como uno de los puntos álgidos de este 2024.
Masquemusica, el talento nacional
La apertura de la velada estuvo a cargo de Macarena Campos, mejor conocida por su nombre artístico Masquemusica. La cantante chilena cautivó al público que lentamente colmaba el recinto, irradiando un carisma único y una jovialidad contagiosa. Con gestos teatrales y un humor arrollador, Masquemusica interpretó un repertorio que evocaba el soul de Black Pumas, pero con matices más cercanos al hip hop y el R&B en sus composiciones.
La artista nacional ofreció un setlist variado, incluyendo éxitos como «Cool & Casual», «Entrégate» y su nuevo sencillo «Estoy Bien». Las luces del escenario acompañaron el ritmo de la música, realzando su interpretación con un toque dramático. Acompañada por un sintetizador, una batería, un bajo e instrumentos de viento, Masquemusica demostró por qué se ha ganado el reconocimiento como una de las voces femeninas más destacadas del hip hop chileno. Su ambicioso proyecto promete marcar una diferencia en la escena musical nacional, y estaremos atentos al lanzamiento de su primer álbum a mediados de año.
Black Pumas: El rugido de los Pumas negros
Unas tenues luces iluminaban el escenario mientras el emblemático logo de Black Pumas se exhibía en las pantallas, mostrando los característicos pumas con diamantes en sus colmillos. Sin preámbulos, la banda irrumpió en el escenario y desató un potente inicio con «Fire», cautivando desde el primer minuto con su imponente presencia y un sonido impecable. La primera parte del show continuó con «Old Man» e «Ice Cream (Pay Phone)», momentos en los que un eufórico Eric Burton descendió al público para interpretar parte de las canciones, forjando una conexión instantánea con su audiencia.
Un cambio de ritmo se presentó con las interpretaciones de «Gemini Sun» y «Tomorrow», llevando el espectáculo a un tempo más pausado pero igualmente hermoso. Musicalmente hablando, el show fue un viaje variado y cautivador. Con luces tenues y el logo de la banda en las pantallas, Black Pumas logró reconectarnos con el amor por los sonidos, entregando buena música sin necesidad de grandes artificios, algo que solo los verdaderos artistas pueden conseguir.
También hubo espacio para los clásicos reconocibles de la banda. «Know You Better» y «Black Moon Rising» destacaron no solo por ser parte del selecto grupo de canciones ultra reconocidas de Black Pumas, sino también por su dinámica interpretación. Sobresalió especialmente la primera, que en mi opinión personal fue una de las mejores actuaciones en vivo que he presenciado. El constante jugueteo con el público, los gritos incesantes de la gente, el ritmo del sintetizador que fue coreado por todo el teatro, y el ritmo acelerado al final de la canción que llevó al éxtasis colectivo, hicieron de este momento uno de los puntos más álgidos de todo el concierto.
Black Pumas vino a presentarnos su nuevo álbum «Chronicles of a Diamond», y nos mostraron lo mejor de su último trabajo. «Angel» y «Stay Gold» nos sumergieron en momentos hipnóticos donde la audiencia observaba el despliegue artístico en completo silencio, cautivada por lo ambicioso del nuevo proyecto de la banda. «More Than a Love Song» marcó una diferencia en este momento, con los exóticos bailes de Eric Burton y las coristas en escenario. Incluso hubo un momento en el que Burton grabó al público en un gesto de emoción.
Hay que destacar el gran trabajo que realiza cada uno de los integrantes de la banda. Si bien Eric Burton se llevó todas las miradas con su increíble voz de altos sublimes, carisma destacable y un despliegue fluido del show, también hubo un gran trabajo de Adrian Quesada en la guitarra, acompañando cada canción de forma impecable. Angela Miller y Lauren Cervantes en los coros mostraron su lado más versátil, exhibiendo gran humildad al saludar constantemente al público, incluso hubo un intercambio de corazones entre Cervantes y un miembro de la audiencia. Así avanzaron con canciones como «Chronicles of a Diamond», «Mrs. Postman», «Sugar Man» y «OCT 33».
El momento más esperado de la noche llegó con la interpretación de «Colors», donde el escenario se inundó de colores vibrantes mientras resonaban los icónicos acordes de la canción. Destacamos el gran solo de guitarra de Quesada y el impecable acompañamiento de teclados. El Teatro Caupolicán cantó a pleno pulmón el éxito más conocido de Black Pumas, demostrando todo el cariño de la fanaticada chilena hacia la banda de Texas. Con la ovación generalizada de todo el público, Black Pumas se despidió temporalmente para tomar un breve descanso.
Un último rugido: Lágrimas y ovaciones
Las emociones afloraron en el teatro durante la pausa, donde pocos se movieron de sus lugares. Los aplausos resonaron cuando Burton volvió en solitario para tomar su guitarra y regalarnos un hermoso cover de «Fast Car», en donde con un rostro emocionado interpretó con mucha pasión uno de los éxitos de Tracy Chapman. El público, completamente hipnotizado, aplaudió la hermosa interpretación con fervor a un Burton que se encontraba al borde de las lágrimas.
El regreso del resto de músicos marcó el final del show. Tras una hermosa intro de piano, la banda completa interpretó «Rock and Roll», una emocionante canción que transitó desde el punto más tranquilo del show hasta un final más agresivo, donde Burton meneaba su cabellera rubia al ritmo de la música. Un excelente final para el show que despidió a los músicos con una gran ovación y dejando sensaciones muy positivas entre el público.
Lo de Black Pumas podemos catalogarlo como uno de los shows más destacados del año, en donde la excelente voz de Burton se fusionó con la música para demostrarnos que, al final de cuentas, eso es lo más importante en un show en vivo: talento y música pura, sin adornos. Un talento impecable de la banda que hipnotizó a todo el Teatro Caupolicán y dejó aflorar los sentimientos y emociones más profundos de todos los asistentes al show. Sin duda alguna, es uno de los mejores shows del 2024, y esperamos ansiosamente su regreso a nuestro país en un escenario más grande, impacientes por las novedades que nos traerá esta gran banda.