El 12 de marzo, la Sala RBX de Ñuñoa fue testigo de una noche legendaria con la llegada de dos bandas icónicas del rock. Crazy Lixx, la banda sueca de glam metal fundada en 2002, hizo su debut en Chile, prometiendo una experiencia inolvidable para los aficionados al género. Con su estilo característico y sus influencias que remontan a los grandes del rock de los 80s, Crazy Lixx cautivó al público con su energía arrolladora y sus temas contagiosos.
Las expectativas no eran solo por el evento en sí, sino también por la oportunidad de disfrutar en vivo temas icónicos de la carrera de Crazy Lixx como «Silent Thunder» y «Rise Above», representativos de su impacto en el mundo del rock.
Los asistentes comenzaron a llegar desde las 19 horas, anticipando una noche llena de muchas emociones. Mientras esperaban el inicio del espectáculo, disfrutaron de una previa con música que aumentaba la expectativa y preparaba el ambiente para los actos de Whisky Blood y Crazy Lixx.
Los encargados de abrir la jornada fueron los nacionales de Whisky Blood, una banda de Hard Rock originaria de Santiago de Chile. Conformada por Bam Herrera, Nico De Blood, Demian Traipe, Paolo Vásquez y Nikk Brazzer, Whisky Blood se inspira en el hard rock de los 80s y 70s, así como en el glam rock de la misma época. Durante su actuación, deleitaron al público con temas como «Go Down», «Hail Rock n Roll», «Come and Dance», «Give Me Fire», «Never Give Up», «It’s Rock and Roll» y cerraron con la enérgica «Whisky Blood».

El espectáculo de Whisky Blood, estuvo todo el tiempo cargado con la intensidad característica de una verdadera experiencia de rock and roll. Como dice el dicho, la sangre del rock es más que notas y acordes, es una actitud, el cúmulo de experiencias, de rabia, pero también de afirmación, de decir «aquí estoy», con la sangre y una botella de whisky, dispuesto a darlo todo con y ante todos. Esto define a Whisky Blood en el escenario: es pasión, es trabajo, es sangre y actitud. Cada nota, cada gesto, era una demostración de su entrega total a la música y al público, creando una atmósfera de pura energía y emoción.

Lo que realmente define a Whisky Blood en el escenario es su habilidad para hacer suyo cualquier espacio, ya sea grande o pequeño, de forma excepcional. Utilizan cada centímetro del escenario de manera efectiva, transmitiendo una energía única hacia el público. Es algo muy difícil de lograr, pero ellos lo hacen con gran nivel, convirtiendo cada actuación en una experiencia inolvidable.

Cuando llegó el momento esperado, Crazy Lixx no defraudó. Desde el primer acorde, la audiencia se sumergió en una vorágine de sonidos y emociones, transportada a una época dorada del rock. Los temas de la carrera de Crazy Lixx, como «Silent Thunder» y «Rise Above«, resonaron en la sala, haciendo que todos corearan al unísono y se entregaran al espíritu del rock and roll. La conexión entre la banda y sus seguidores era palpable, creando una atmósfera de camaradería y celebración.
Los suecos nos presentaron sus temas «Final Fury», «Whiskey Tango Foxtrot», «Hellraising Woman» y «Rock and a Hard Place», los cuales hicieron que la audiencia estallara más de emoción entre cada acorde.

La noche continuó con otra ronda de canciones, elevando la energía en la sala. Los potentes riffs de temas como «XIII», «Silent Thunder», «Enter the Dojo», «Rise Above» y «Sword and Stone» llenaron el lugar con intensidad. La banda y el público se encontraban siempre en una conexión instantánea, llevando a todos en un viaje emocionante y apasionante de rock y glam. Esta conexión era como seguir fluyendo en esa corriente, donde la energía de la música y la emoción del momento siempre estaban a flor de piel.
Además, durante la presentación de Crazy Lixx, la banda también interpretó éxitos como «Girls of the 80s», «Walk the Wire», «Wild Child» y «Two Shots at Glory», deleitando al público con su distintivo estilo y energía.

Para finalizar el show y sellar una noche inolvidable, Crazy Lixx entregó todo con temas como «Blame It on Love» y «21 ‘Till I Die». Con cada nota, la banda demostró el poder del rock y glam, dejando una marca indeleble en los corazones de todos los presentes y creando un recuerdo duradero de una noche llena de emociones y pura energía rockera.
El gran concierto llegó a su fin con la banda agradeciendo el cálido recibimiento y el apoyo incondicional de sus fanáticos. Con gestos de gratitud y palabras de afecto, Crazy Lixx demostró su aprecio por el cariño y la energía del público chileno. La noche quedó impregnada en la memoria de todos los presentes como una celebración del rock en su máxima expresión, donde la música, la pasión y la camaradería se unieron para crear un momento verdaderamente inolvidable.

Agradecimientos a Atenea por la invitación a un gran show como fue Whisky Blood y Crazy Lixx en Sala RBX.
Nota: Nicolás López.
Fotografías por: Benjamín López.