El pasado 5 de mayo de 2024, una multitud de seguidores de Carcass llegaba de manera tranquila al Teatro Caupolicán, un lugar icónico que se preparaba para una noche de puro death metal. A medida que se acercaban las 18:30 horas, el volumen de la gente aumentaba, todos llenos de anticipación. Puntualmente, la legendaria banda chilena Pentagram inició su actuación, caldeando el ambiente con su poderoso sonido y preparando el terreno para Carcass. La energía del lugar se intensificaba, con el público listo para la explosión de música que estaba por venir.

Pentagram, subió al escenario y de inmediato capturó la atención completa del público. Con un set que combinaba clásicos indiscutibles y nuevas pistas, la banda no solo calentó el ambiente, sino que lo elevó a un nivel de intensidad que sólo presagiaba lo que Carcass traería más tarde.

La actuación de Pentagram dejó claro por qué son venerados como leyendas del death metal en Chile. A través de su energético set, la banda no solo revisó su catálogo de himnos que han definido su legado, sino que también aprovechó la oportunidad para promocionar su más reciente álbum. Los temas interpretados incluyeron ‘Imbunche’, ‘Profaner’, ‘Demented’, ‘The Portal’, ‘Evil Incarnate’, ‘Fatal Predictions’, ‘Possessor’ y ‘Demoniac Possession’, cada uno resonando con la intensidad característica de su sonido potente y visceral. Este poderoso preludio sirvió como el telón perfecto para el acto principal de la noche.

Aunque el show de Pentagram abarcó una variada selección de temas, desatando los respectivos mosh pits entre el público, la banda también compartió noticias emocionantes. Anunciaron que pronto realizarán un concierto más extenso en MiBar, una oportunidad para los fans de disfrutar de su música en un ambiente más íntimo y con un set más amplio.
Pasadas las 20:00 horas, el Teatro Caupolicán quedó sumido en oscuridad. Desde las entrañas de la historia del death metal, emergió Carcass para impartir una clase magistral que los fans recordarán por mucho tiempo. Con las primeras notas resonando en el recinto, la banda dio inicio a una auténtica autopsia de metal, desatando un fervor incontenible entre la multitud. Cada acorde, cada grito, cada golpe de batería, reverberaba con la intensidad de su legendario sonido, asegurando que esta noche se grabaría en la memoria de todos como un espectáculo sin igual.

A medida que la noche avanzaba, Carcass continuaba desplegando su arsenal de éxitos. ‘Buried Dreams’, ‘Kelly’s Meat Emporium’, ‘Incarnated Solvent Abuse’, ‘Under the Scalpel Blade’ y ‘This Mortal Coil’ fueron algunos de los primeros temas que sonaron, cada uno desatando la locura en el público. La cancha, completamente llena, se transformó en un torbellino de mosh, con los fans entregándose por completo al implacable ritmo del death metal británico. El poder y la precisión de la banda en vivo no dejaban lugar a dudas: Carcass estaba en su mejor forma, dominando el escenario y la noche.
La velada no daba señales de disminuir en intensidad. A medida que la banda sacaba más a relucir su repertorio, en temas como ‘Tomorrow Belongs to Nobody’, ‘Death Certificate’, ‘Dance Of Ixtab’, ‘Black Star / Keep On Rotting in the Free World’, ‘The Scythe’s Remorseless Swing’, y ‘316L Grade Surgical Steel el desenfreno aumentaba por parte de los asistentes en el Teatro. Cada canción era un testimonio de la habilidad técnica de la banda, que no solo mantenía, sino que elevaba la energía de los fans al máximo, consolidando aún más su estatus legendario dentro de la escena del metal.

La primera parte del concierto culminó con una tríada de temas que dejaron al público pidiendo más. ‘Corporal Jigsore Quandary’ y ‘Tools of the Trade’ resonaron con la brutalidad característica de Carcass, pero fue con ‘Ruptured in Purulence / Heartwork’ donde el Teatro Caupolicán se transformó por completo. El mosh pit alcanzó niveles de locura altos; una verdadera marea humana se movía al unísono, devorando el espacio con una energía desenfrenada, evidencia del impacto profundo que Carcass tiene en sus seguidores chilenos.
Tras un breve interludio, Carcass regresó al escenario para el encore, arrancando con ‘Genital Grinder’, seguido de ‘Pyosisified (Still Rotten to the Gore)’ y finalizando con ‘Exhume to Consume’. Cada tema fue una explosión de energía renovada, culminando una noche de pura intensidad metalera. Al finalizar, la banda tomó un momento para agradecer de corazón al público por el inmenso cariño y la pasión compartida, resaltando lo especial de la noche vivida en el Teatro Caupolicán.

El concierto de esta noche fue una verdadera autopsia del death metal, en la que Carcass actuó como el patólogo experto, guiándonos a través de las entrañas de este género brutal y complejo. Cada riff, cada grito y cada golpe de batería exploraron la causa de muerte y el origen vital de esta música, revelando sus secretos más oscuros.
Esta noche, en el Teatro Caupolicán, fue más que un espectáculo; fue una autopsia explicativa de la historia del death metal, marcada por álbumes esenciales como ‘Heartwork’. La precisión quirúrgica de Carcass, combinada con el impacto de cada nota, compuso un capítulo vibrante en la crónica continua del género.

