El Cuarteto de Nos, la icónica banda uruguaya, electrificó el escenario del Teatro Caupolicán en Santiago, en dos noches que quedarán grabadas en la memoria de los fanáticos del rock latinoamericano. La velada, llena de energía y emociones, destacó la habilidad única de la banda para fusionar letras ingeniosas con una mezcla ecléctica de géneros musicales.
Como seguidora de la banda, que los ha visto seis veces en vivo, afortunada de haber presenciado sus dos últimas presentaciones de la gira -25 y 26 de Noviembre-, El Cuarteto de Nos me siguen emocionando de la misma forma como cuando los vi por primera vez por allá en el 2014. Siempre logran cautivarme con su vibrante energía, haciendo imposible borrarme la sonrisa de la cara o los pelos de punta que son una constante durante todo el show.
La energía de los uruguayos es innegable, la soltura en el escenario y lo cómodo que se pasean y bailan arriba de las tablas, es un sello característico que lo transmiten a su audiencia, quienes fieles a esta energía, se prepararon para el concierto incluso antes de que los músicos inicien la velada. Pudimos ver familias enteras dentro del recinto, sigue siendo impresionante y sobretodo rescatable como una banda con más de 40 años de carrera sigue encantando y enamorando a distintas generaciones con sus temas.
Al son de “Cuarteto, Cuarteto, Cuarteto”, incluso cantando a todo pulmón las canciones encajonadas previo al concierto o bailando las canciones que el DJ estaba colocando, auguraron lo que sería un show épico con una audiencia súper prendida y preparada para lo que sería la fiesta del rock latinoamericano.
Desde el momento en que lo músicos Roberto Musso (voz y guitarra rítmica), Santiago Tavella (bajista), Álvaro Pintos (baterista), Santiago Marrero (teclados) y Gustavo Antuña (guitarra) pisaron el escenario, la audiencia no paró de gritar y emocionarse junto a los primeros acordes de su tema “Flan”, canción elegida para iniciar la velada.
El repertorio del concierto abarcó desde clásicos atemporales hasta las canciones más recientes de la banda. «El Hijo de Hernández» , “Anónimo”, “Cinturón gris”, «Enamorado tuyo» y la explosiva y a la vez bailable “Mario Neta”, fueron recibidas con entusiasmo por una multitud que no pudo contener su emoción, en donde incluso en ocasiones, ni se lograba escuchar bien a la banda pues el recinto cantó cada nota a todo pulmón.
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La habilidad de El Cuarteto de Nos para combinar ritmos pegajosos con letras inteligentes se manifestó plenamente en cada canción, creando una experiencia única y catártica para los asistentes, evidencia de esto fue durante el tema “Contrapunto entre humano y computadora”, canción que particularmente nunca deja de sorprenderme, pues en un aire muy teatral Roberto (vocalista) hace un contrapunto, literal, con la IA.
La conexión entre la banda y el público chileno es palpable, se sintió sobretodo durante el tema «No llora», en dónde en un momento más sentimental y emotivo, los presente encendieron la linterna de su celular y de lado a lado iban iluminando el recinto al son de las notas de esta canción.
Entre canciones, Musso compartió anécdotas y reflexiones, estableciendo un vínculo especial con la audiencia. Luego de contar una historia de cómo se conocieron todos los integrantes, el uruguayo le dio la palabra al batero, quién interpretó “Yo soy Alvin, El Batero”, nuevamente de una manera única y divertida, como acostumbra la banda.
Luego de ese tema, interpretaron “Hombre con Alas”, “Miguel gritar” y “Invierno del 92”, para dar paso a un brevísimo encore, que los trajo de vuelta con dos explosivas canciones para cerrar la noche, “Buen día Benito” y finalizar con la súper conocida “Yendo a la casa de Damian”, simplemente épico.
En general, la puesta en escena, punto destacado del espectáculo, el diseño visual, las luces vibrantes y la energía en el escenario se combinaron para crear una experiencia sensorial que elevó el concierto a nuevas alturas. La habilidad de El Cuarteto de Nos para entrelazar lo visual con lo musical demostró una vez más por qué son considerados uno de los actos más influyentes del rock latino.
Sin duda, estos conciertos, se suman a la lista de actuaciones inolvidables de El Cuarteto de Nos, consolidándolos como leyendas vivas del rock latinoamericano y por sobretodo ser una banda muy querida por el público chileno, quienes hicieron sold out en el Teatro Caupolicán, en lo que fueron sus últimas dos presentaciones de la gira «Lámina once», que los mantuvo ocupados por un año visitando incluso países fuera del continente americano.
Texto: Andrea González
Fotografías: Francisco Rocco / @fotos.frann