Por: Lukas Arias / @lukariass
Fotos: Eduardo Sandoval / @edo_cl
En mayo, recibimos un anuncio inesperado. Apenas habían transcurrido siete meses desde la segunda y última presentación de la banda francesa Gojira en nuestro país. Resulta sorprendente, considerar que pasaron siete años desde la última vez que la banda pisó suelo chileno. Cuando anunciaron un nuevo espectáculo con una gira fresca y la incorporación de un invitado de lujo, Mastodon, junto a nada más y nada menos que Mawiza, fue una sorpresa inigualable. Esto se debe, en gran medida, a la excelente relación que los franceses mantienen con la banda chilena, haciendo inevitable que Mawiza fuera elegido para abrir su show.
Mawiza: Tributo a la resistencia
Si bien, como mencioné anteriormente, Gojira nos sorprendió al regresar en un corto lapso de tiempo, tan solo 16 meses después de su última presentación en Chile tras siete años de ausencia, la participación de Mawiza no fue una sorpresa para mí. Ellos son la pieza clave para abrir el espectáculo de los franceses, y esto se debe a la conexión y compañerismo previamente destacados entre la banda chilena y el cuarteto liderado por los Duplantier. Esta afinidad parece estar arraigada en la esencia misma, ya que el activismo de los europeos encuentra resonancia con el mensaje de Mawiza. La banda chilena denuncia la opresión y explotación que sufre el pueblo mapuche, mientras busca reivindicar su identidad y profunda conexión con la tierra.
El show comenzó puntualmente y el cuarteto nacional tomó el escenario con una energía palpable. Recorrieron temas como Kumbagüe, una canción inspiradora que aborda la herencia y las raíces que persisten y brotan, entrelazando sus colores con un fuerte mensaje de resistencia y conexión con el ñuque mapu (madre tierra).
Con una breve introducción, la banda invitó al escenario a MC Millaray, una joven rapera chilena de ascendencia mapuche que colaboró con ellos en la canción Txükür, lanzada el 17 de noviembre. Esta fusión de metal y rap aborda la lucha por la identidad cultural, la solidaridad y la unidad mapuche, destacando la frase «No estoy dispuesta a folclorizar ni mi vestimenta ni mi cultura», expresando una resistencia a la comercialización o simplificación de la cultura y la identidad de la cantante y de Mawiza.
Cerraron su actuación de manera magistral después de media hora con el clásico tema Mawiza Ñi Piwke, agradeciendo a la audiencia presente con las palabras «Le damos las gracias por tu newen, por tu fuerza, hermano hermana, amigos del wallmapu». El concierto culminó con una nota de triunfo y respeto cultural, rindiendo homenaje a la tradición Mapuche. Con un gesto que evocaba el juego ancestral del Palín, los miembros de la banda levantaron sus instrumentos al aire, simbolizando la acción de los jugadores de Palín que levantan sus palos o chuecas. Este gesto, cargado de simbolismo, resonó con la multitud, creando un final memorable para su actuación y estableciendo el tono para el resto del concierto.
Mastodon: Potente resurgimiento, entre fuego y emoción
Con un ligero retraso, la banda estadounidense Mastodon llevó a cabo su tan esperado tercer concierto en Chile, marcando su regreso después de casi 9 años. Los norteamericanos ofrecieron un espectáculo cargado de energía, potencia y fuego, dejando completamente satisfechos a los miles de fanáticos que se congregaron en el Parque Ciudad Empresarial.
El público respondió con entusiasmo, entregándose al mosh y entonando cada canción, mientras la banda expresaba su gratitud y se comunicaba de manera cercana con los asistentes. Iniciaron el show con Gobblers of Dregs, extraída de su último álbum «Hushed and Grim» (2021), una canción que creció en intensidad con su potente riff, generando fervor entre los presentes con la impactante línea «I left you in the wind, to pull the scraps together».
El repertorio abarcó temas de diversos álbumes, desde el debut «Remission» (2002) hasta el más reciente «Hushed and Grim» (2021), pasando por clásicos como “Crack the Skye” (2009) y «Leviathan» (2004). La banda emocionó a la audiencia al anunciar la llegada de un nuevo álbum el próximo año, asegurando que esperan regresar pronto a Chile para presentarlo.
El momento más conmovedor de la noche fue cuando dedicaron unas palabras afectuosas a los fans chilenos, reconociéndolos como «una de las mejores audiencias del mundo entero» y agradeciéndoles por traer el Mega-Monsters Tour a Chile. La respuesta del público fue una ovación y el coro del nombre de la banda.
El cierre del espectáculo llegó con Blood and Thunder, el tema que catapultó a la fama a Mastodon y que hizo vibrar a todos los presentes. La audiencia coreó los riffs de la canción mientras la banda se despedía con gestos de agradecimiento, prometiendo un pronto regreso: «No vamos a esperar otros 9 años, volveremos pronto».
En resumen, fue una presentación apasionada compuesta por 13 canciones y una hora veinte de espectáculo, haciendo retumbar el escenario del Parque Ciudad Empresarial en anticipación al plato fuerte de la noche, Gojira.
El setlist del show fue el siguiente:
Playlist Spotify:
Gojira: Prematuro y triunfal retorno
Lo de Gojira fue algo increíble, una sorpresa que la banda francesa haya regresado a nuestro país después de poco más de un año. Todos nos preguntábamos antes del 2022 cuándo regresaría Gojira a Chile, pensando que solo habían tocado una vez en el año 2015, y desde entonces no había indicios de un posible regreso. El 2022 fue el año esperado, las entradas se agotaron rápidamente, mucha gente quedó fuera y se pidió un Movistar Arena para satisfacer la demanda. Ante esto, la banda francesa nos sorprendió en mayo de este año con el anuncio de su regreso, esta vez con un nuevo tour y con un invitado de lujo, Mastodon.
Personalmente, estaba expectante, esperando esos 15 minutos de retraso que parecieron eternos, y no solo yo, sino toda la multitud presente. Escuchaba el golpeteo y la resonancia de cada instrumento y parte de la batería, dándome cuenta de que vería a Gojira una vez más. Así que dejé de prestarle atención al tiempo y, en cuestión de segundos, la intro con sonidos oceánicos y ballenas dio inicio a la gran y esperada velada y reencuentro de Gojira con sus fans chilenos. Comenzaron con Ocean Planet, clásico del disco «From Mars To Sirius» (2005), un inicio un tanto tranquilo, pero la gente en la cancha se movía de un lado a otro, sintiendo el cuerpo del de al lado. Después de la frase «set open the doors of soul I’m living», la gente empezó a saltar al ritmo del doble bombo de Mario Duplantier, quien mostró virtuosismo en las percusiones, siendo un alma y pieza clave en la banda.
Después de ese inicio, la locura se desató con Backbone, el segundo tema también de «From Mars To Sirius». Joe Duplantier dio el puntapié inicial con la frase «the next song is called back-fucking-bone», causando caos con su poderoso inicio. Después de los primeros versos, cuando la batería realizó la transición a su significativo blast beat, el fervor en ese momento alcanzó su punto máximo. La fuerza del público mientras saltaban y se movían era impresionante; miré hacia atrás y, aunque lo esperaba, no dejó de sorprenderme ver una bengala encendida. Me imaginé que más atrás se vivía lo mismo y aún más que adelante, donde estaba situado. La gente coreaba el riff principal, recordándome aquella noche en el Caupolican el año pasado. Al finalizar el tema, durante el outro de la canción, Mario iba lanzando baquetas que llegaron a más de uno, quienes las guardarán como un recuerdo eterno.
La energía desbordante y la multitud enloquecida marcaron el inicio de Stranded, otro clásico de su álbum «Magma» (2016), quizás el más aclamado y significativo de la banda. Cuando la canción alcanzó su punto culminante, las serpentinas se desplegaron junto con el inicio del riff principal, un detalle que impresionó a pesar de su aparente simplicidad. Los gritos resonaron de todas formas, mientras la audiencia coreaba la famosa frase «don’t lock the door on me» y la conclusión «leave the moment alone». Esta última frase, para mí, representa una aceptación final de la situación, una forma de dejar ir y encontrar la paz.
La emoción no decayó, y el suspense continuó cuando llegó el gran clásico Flying Whales de «From Mars To Sirius». Como se esperaba, las ballenas inflables aparecieron, haciendo referencia al título de la canción, «ballenas voladoras». La gente empezó a corear el riff de la introducción a todo pulmón, y a mi derecha, se formó el esperado wall of death que siempre ocurre en ese punto de la canción. Supe que aquí se desataría la grandeza, y así fue: la audiencia enardecida ante este himno del metal moderno, seguido de un breakdown que rompió los tímpanos e hizo vibrar el cuerpo de cada presente. Me quedo con la última frase célebre del tema: «over the winds, they dwell, in life…»
La audiencia estaba extasiada con el final de esa obra maestra de los franceses, cuando la banda nos sorprendió con toda la potencia de The Cell de «Magma» (2016). Con un inicio potente y sin reservas, todos los músicos al unísono y una potencia desbordante, acompañada de visuales que mostraban raíces moviéndose o rayos que se movían al ritmo de los altos BPM de la canción, la frase «get me out of there» resonaba en la multitud, todos la cantaban con fervor.
La energía no disminuía con el inicio de su próximo tema, uno de mis favoritos y el más esperado, The Art of Dying de «The Way of All Flesh» (2008). Esta canción, que esperaba escuchar el año pasado sin éxito, me llevó a investigar el setlist de Argentina días antes de llegar a Chile, y supe que iba a ser grandioso. Con una introducción de percusiones que parecían provenir de instrumentos nativos, la multitud abrió el mosh para luego explotar en la energía que esta canción posee. La gente gritaba a todo pulmón el coro que dice «I won’t bring no materials in the afterlife».
La energía de Gojira no se detenía, y continuó con la interpretación del siguiente tema, Grind, de su último álbum «Fortitude» (2021), causando emoción con una mezcla de poderoso groove y secciones melódicas y aireadas. Un tema sumamente pesado, con un impresionante trabajo de batería de Mario.
Después de una breve introducción al próximo tema, Another World, también de «Fortitude», Joe explicaba el significado de la canción que retrata el posible fin de la civilización, sugiriendo que la única forma de sobrevivir es vivir en un nuevo mundo, pero «no queremos irnos de la tierra», puntualizó Joe.
Otro momento destacado fue el inicio de Oroborus de «The Way of All Flesh» (2008), tan esperado por muchos, con ese distintivo tapping de guitarra y su inicio con «serpent of light!». Este tema causó un gran impacto, especialmente con sus líneas melódicas entre los versos. Luego continuaron con toda la energía de Silvera de «Magma» (2016), con su característico riff y una potente línea de bajo a cargo de Jean-Michel Labadie. Es una canción bastante progresiva que combina elementos del groove y la técnica que caracteriza al metal, con un solo impresionante que, en mi opinión, es uno de los mejores de Gojira.
La velada avanzaba, y así mismo llegaba a su conclusión. Joe dio inicio al tema The Chant, haciendo que la multitud gritara con su característico grito, que en realidad es un canto o mantra que da nombre a la canción. Este canto se repitió a lo largo de la canción y se utiliza para transmitir un mensaje de fortaleza y resistencia. En esta ocasión, la producción sorprendió con papeles picados que volaron por los cielos. Al concluir la canción, el público continuó con el canto, y la banda se mostró visiblemente agradecida.
Otro de los temas esperados, con una gran potencia y tecnicismo, fue L’enfant Sauvage del álbum homónimo del 2012, en la que Joe suele decir que se trata de nuestro niño interior. Aquí, los mosh fueron brutales, con pasajes de guitarra intensos y un breakdown maravilloso, mientras decían «the sky is all, over me», frase que resonó con fuerza en todo el público.
Después de un breve descanso, o encore, llegó el punto clave de la noche casi al final, cuando sorpresivamente comenzó The Heaviest Matter of the Universe, generando gran entusiasmo en el público. Otro tema con un gran groove y acercándose al death metal técnico, la locura entre los presentes fue masiva. Me di cuenta de que encendieron otra bengala en la parte de atrás, un elemento que sin duda añadió un ímpetu adicional al tema.
Continuando con Amazonia, otro tema de «Fortitude», que aborda los problemas y las luchas de las tribus indígenas en la Amazonía, su composición es completa y emplea algunos instrumentos utilizados por los propios indígenas, como el jaw harp o arpa de boca, que se hace presente durante la canción.
Al concluir la noche y el evento, la banda francesa nos deleitó con su último tema, The Gift Of Guilt, de «L’enfant Sauvage», con un tapping inicial que evoca melancolía. El tema comienza de manera tranquila y progresa hacia un riff pesado acompañado de armónicos que aportan un toque técnico. El coro, bastante melódico, y una especie de breakdown desataron el mosh con el vibrante y desatado lick de batería de Mario.
La canción culminó con chispas de pirotecnia cayendo desde lo más alto del escenario, seguido de un agradecimiento final por parte de la banda, regalando uñetas y baquetas a los asistentes. Joe expresó su gratitud a la banda telonera, Mawiza, levantando la bandera mapuche con el logo de la banda en medio, y también a Mastodon. Luego añadió: «Muchas gracias de nuevo por este increíble, vengan, chicos, Santiago. y sabemos que regresaremos aquí lo antes posible. Han sido dos veces en dos años, creo que deberíamos tomarnos un descanso, ¿sabes a qué me refiero?» Esto provocó una protesta irónica del público, «¿Deberíamos volver la semana que viene o algo así?» generando entusiasmo entre los asistentes.
Mario Duplantier, luciendo una camiseta de Chile, sacó su celular para grabar mientras expresaba en perfecto español: «muchas gracias… que suerte que esta noche voy a verte… and make some fucking noise». Luego bajó para grabar y compartir con el público, demostrando un gran acto de solidaridad y compañerismo.
El setlist del show fue el siguiente:
Playlist Spotify:
Crónica del Poderío Musical: Gojira, Mastodon y Mawiza, desataron un torbellino de emociones en Santiago
En resumen, a mi parecer, uno de los mejores y más esperados shows del año, sin desmerecer a otros que estuvieron a gran altura tanto musical como escénica. Aunque no viví el show de Ghost o Manowar este año, según lo que supe fueron los mejores según el estricto público chileno. Sin embargo, Gojira se robó el show con un potente set list que se asemejó bastante al del año pasado, pero sorprendieron con canciones que dejaron a la audiencia, y a mí, completamente asombrados. Como siempre, el desplante de Gojira promete y cumple.
En cuanto al show de Mastodon, quedé sorprendido y boquiabierto. Excelente puesta en escena con efectos de lanzallamas. El público, entusiasmado, mosheando, saltando y coreando los clásicos, dejaron la vara muy alta, y solo Gojira pudo superarla.
En cambio, los chilenos Mawiza, con su acotada presentación de media hora, demostraron por qué es la segunda vez que telonean a los franceses. Estuvieron a la altura, presentando un espectáculo a niveles impresionantes en producción escénica y desplante en el escenario. Su originalidad y compromiso con la nación mapuche los posicionan como una de las mejores bandas chilenas actualmente.
Produce: Lotus