Metal Beer, en su debut, se erige como una productora que marcó un hito vivido el día de ayer. Con un impresionante cartel de bandas nacionales e internacionales, el evento del domingo 17 de marzo en el Hipódromo Chile prometió ser un hito en la historia del metal. Con Death to All encabezando la lista y acompañados por Criminal, Dorso, Nuclear, Metakiase, Overtoun y Parasyche, los fanáticos del metal disfrutaron de más de ocho horas de música que los transportaron a un estado de éxtasis absoluto.

Este encuentro no solo fue una oportunidad para presenciar actuaciones en vivo de bandas icónicas, sino que también fue una muestra del poder y la diversidad del metal en todas sus formas. Con una combinación de sonidos brutales y letras profundas, Metal Beer ofreció una experiencia inolvidable para todos los presentes.
El evento no solo prometió un gran cartel de bandas, sino también celebrar la vida y el legado de uno de los más grandes de todos los tiempos del metal, Chuck Schuldiner. Como líder de la legendaria banda Death, Chuck dejó una huella imborrable en la historia del metal con su innovadora música y su enfoque único. Metal Beer se convirtió en un espacio para honrar su memoria y reconocer su contribución incomparable al género.

La presencia de Death to All en el evento no solo fue una oportunidad para rendir tributo a Chuck, sino también para recordar su genio creativo y su influencia perdurable en la escena musical. Su legado sigue resonando en cada acorde y cada riff, inspirando a músicos y fanáticos de todo el mundo a seguir explorando los límites del metal. En Metal Beer, la música de Chuck cobró vida una vez más, recordándonos por qué es y será siempre una leyenda del metal.
Death to All hizo más que simplemente ofrecer un espectáculo en el escenario; recordaron algo fundamental. El fervor popular hacia el legado de Chuck Schuldiner y hacia la banda Death se mantuvo fuerte e inmortal en Chile. Este fervor se remonta a un hito en la historia del metal en el país: la vez que Death, con Chuck a la cabeza, tocó en 1998. Este evento, que aún resuena en la memoria de muchos, sirvió como inspiración para el Metal Beer del 17 de marzo en el Hipódromo Chile.
El escenario se convirtió en un altar para rendir homenaje a Chuck y a la influencia perdurable de Death en la escena del metal. Mientras las notas resonaban y la energía del público se elevaba, era evidente que el legado de Chuck seguía vivo y más fuerte que nunca. Desde aquel legendario concierto en 1998 hasta el presente, el amor y la admiración por su música han perdurado, marcando cada acorde con un significado más profundo.

El Metal Beer del domingo 17 de marzo en el Hipódromo Chile dio inicio con la llegada del público pasadas las 13:00 horas, bajo un fuerte sol que acompañaba la jornada. La atmósfera estaba cargada de anticipación y emoción mientras los asistentes aguardaban ansiosos el comienzo del evento. Hay que felicitar a los valientes que con calor llegaron a la primera banda nacional a dar apoyo, siempre se agradece que las personas apoyen lo local y que siempre se demuestre que hay gran calidad en las bandas nacionales.
Pasadas las 14 horas, Overtoun se apoderó del escenario en el Hipódromo Chile. Con su híbrido entre thrash y death metal, la banda desató una oleada de aplausos y headbanging entre los presentes. Su poderosa actuación estableció un tono enérgico y contundente para el resto del evento.

Formada en 2014, Overtoun ha emergido como una fuerza prominente en el panorama del metal chileno. A través de trabajos como «Centuries of Lies» y «This Darkness Feels Alive», la banda ha esculpido su propio camino, dejando una marca indeleble en la escena nacional. Con temas como «White Wolf Aftermath» y «Made Manifest», «Pitch-Black» y Forsaken Lambs», Overtoun ha demostrado un nivel de excelencia, dejando en claro el gran nivel del Metal Chileno.
Después de la enérgica presentación de Overtoun, el escenario fue tomado por otra banda destacada de la escena nacional: Parasyche.

Conformada en 2010, han demostrado una presencia sólida en el escenario, tanto es así que fueron elegidos para telonear a Accept en el Teatro Caupolicán, una experiencia que sin duda dejó su marca. Durante su set, interpretaron temas como «Rebelión», «Mamba Negra», «Parálisis del Sueño» y «Te importa una mierda», ganándose aplausos y muestras de apoyo del respetable público. La audiencia, entregada por completo, respondió con entusiasmo, incluso con momentos de mosh que agitaron el ambiente del Hipódromo Chile.

Después de Parasyche, desde la región de la Araucanía, se presentaron los nacionales Metakiase. Esta banda trae consigo un rock ahumado, imbuido de un pesado misticismo y con un groove que cautiva.

Con temas como «Life», «Temor», «Shy», «Shadows», «Trasher», «Root» y «Ride On», Metakiase cautivó al público con su potente actuación. Su sonido creó una atmósfera envolvente que atrapó a los presentes en el Hipódromo Chile. Para aquellos que aún no están familiarizados con Metakiase, un trabajo que siempre se recomienda es «La Ruta de la Araucanía».

Ya cuando el sol aún brillaba con fuerza, pero tras la primera descarga de rock y metal nacional, llegaba uno de los momentos más esperados. Una de las bandas nacionales que se ha convertido en una verdadera institución del thrash chileno y de confrontar: Nuclear, hacía presencia en el escenario del Metal Beer Fest.

Hablar de Nuclear es literalmente hablar de mosh. Cuando la banda hace su entrada en el escenario y comienza con «Belligerence», es como un llamado al desenfreno, y la multitud responde con un mosh desenfrenado. Este ritual se repite siempre que Nuclear toca en cualquier escenario, es una parte inseparable de la experiencia de presenciar su actuación en vivo.

Desde su formación en 2003, Nuclear ha sido una fórmula infalible para la anarquía. Temas como «Confront», «Killing Spree» y «Offender», generaron un mosh desenfrenado en el Hipódromo Chile. Su legado no es simplemente para contar en una simple reseña, sino que representa una historia viviente del thrash chileno. De su última placa, «Murder of Crows», Nuclear presentó los temas «Abusados» y el tema que lleva el mismo nombre del disco, “Murder of crows”.

Luego, Nuclear culminó su presentación con un himno del thrash chileno «Apatrida». Los primeros acordes de este tema desataron un mosh sin piedad. Este fenómeno no fue una excepción en donde el público respondió de la misma manera. Uno que ha seguido a Nuclear a lo largo de los años entiende que ellos son una viva referencia de que se puede hacer gran metal en nuestra tierra.
Siguiendo con la velada, nos adentramos en el universo de lo extremo, un espacio que desde la década de los 80 ha explorado historias y leyendas de origen mitológico, sangre, el mundo de lo bizarro y lo absurdo. Es en este contexto que entra en escena un emblema nacional como Dorso. Su música, que ha hablado por su calidad, es parte viviente de la historia no solo del metal chileno en sí, sino de la música chilena en general.

Hoy, Dorso nos ofrece una clase magistral de historia del metal en el Metal Beer Fest. Con temas como «Ultraputrefactus Criatura», «Vampire of the Night», «Big Monsters Aventura», «Panificator», «En los Alrededores del Templo», «La Mansión del Dr. Mortis», «El Espanto Surge de la Tumba», «Horrible Sacrifice», «Deadly Pajarraco», «Disco Blood» y «Silvestre Holocaust», la banda nos transportó a través de décadas de su legado sonoro. Cada canción es un testimonio de la maestría y la influencia perdurable que Dorso ha tenido en la escena musical chilena, consolidando su lugar como una leyenda viva del metal en el país.

Una de las cosas especiales del Metal Beer Fest fue el hecho de que en 1998, Dorso fue una las bandas que acompaño la velada de Death, con Chuck a la cabeza en el Teatro Monumental. Este vínculo histórico añade un elemento extra de significado y nostalgia al evento, recordando un momento emblemático en la historia del metal chileno y resaltando la importancia de Dorso en la escena musical del país.

Siguiendo con la historia viviente del metal chileno, tenemos ahora a otra leyenda del género: Anton Reisenegger, con la presentación de Criminal en el Metal Beer Fest. Dentro de su actuación, la banda tocó dos temas icónicos, «Hijos de la miseria» y «Collide», que son páginas centrales del metal chileno. Otro de los temas de su trabajo «Sacrificio» del 2021 que fue tocado en la velada fue «Zona de Sacrificio”.

Es entendible que hubiera mosh y headbanging durante la presentación de Criminal. Hablar de la banda es hablar de metal chileno puro y, el apoyo del público fue total y devoto.

Terminada la presentación de Criminal, entramos al plato central de esta velada, algo impensado para generaciones que nunca habían tenido la posibilidad de ver en vivo parte del legado de una leyenda de la música como es Death. En esta celebración de la música, el arte y la maestría de Chuck Schuldiner, se esperaba una experiencia trascendental, y terminó siendo una experiencia magistral.

Death es como un túnel sin fin hacia la oscuridad del existencialismo, donde cada álbum es una antorcha que ilumina los rincones más profundos de la mente. Es como un eco en el vacío, donde las melodías y letras resuenan con la pregunta eterna sobre el significado de la vida y la muerte. Es una experiencia que nos confronta con nuestra propia mortalidad, recordándonos la fugacidad de la existencia y la eterna lucha entre la luz y la sombra en el alma humana.
Pasadas las 20:45, ante un Hipódromo Chile repleto, se abren las puertas hacia el mundo del disco «Leprosy», inaugurando la velada de Death to All con el tema «Open Casket».

El desenfreno fue total, tanto que apenas comenzó el primer tema, la primera bengala se encendió, desatando el frenesí y el mosh. Esto transportó a aquellos que habían visto a Death y a las nuevas generaciones a vivir en vivo el espectáculo de Death to All.
En los dos temas siguientes, pasamos por el álbum «Individual Thought Patterns» con «The Philosopher» y luego nos adentramos en el álbum «Human» con «Suicide Machine». «Human» es un álbum icónico en la discografía de Death, marcando un punto de inflexión hacia un sonido más técnico.

Siguiendo esta celebración Death to All nos transportó en un viaje por el álbum «Spiritual Healing» con el tema «Living Monstrosity». El público estaba en estado de extasis mientras la energía de la música inundaba el Hipódromo Chile.
Inmediatamento la banda nos presentó parte del trabajo de su disco «Symbolic», como uno de los puntos culminantes de la noche, con la canción que lleva el mismo nombre del álbum «Symbolic», el público ya entregado disfrutó de una experiencia que será recordada para siempre.
Además de «Symbolic», Death to All también interpretó otros temas icónicos durante la jornada, como «Infernal Death», «Scavenger of Human Sorrow», «Overactive Imagination», «Within the Mind» y «Baptized in Blood». Estas canciones representan diferentes etapas en la carrera de Death y muestran la diversidad y la influencia duradera de la banda en el metal. Cada una de estas pistas fue recibida con entusiasmo por el público, agregando aún más a la atmósfera memorable de la noche.
«Flesh and the Power It Holds» se destacó como uno de los puntos álgidos de la noche, resonando como una obra maestra del álbum «The Sound of Perseverance». Este disco, lanzado en 1998, es aclamado como uno de los más innovadores y técnicamente impresionantes en la historia del death metal.
La primera parte del espectáculo culminó con dos grandes temas de Death que dejaron una impresión imborrable en la audiencia. «Lack of Comprehension», del álbum «Human», y «Crystal Mountain», del álbum «Symbolic», dos pilares del repertorio de la banda, destacaron la maestría musical y lírica de Death.
El encore culminó con una explosión de energía y emoción cuando Death to All interpretó tres temas legendarios: «Zombie Ritual», «Spirit Crusher» y «Pull the Plug». Estas canciones icónicas, extraídas de álbumes como «Scream Bloody Gore», «The Sound of Perseverance» y «Leprosy», respectivamente, desataron una avalancha de mosh pits y bengalas por parte del público entregado. Cada una de estas canciones es un testimonio del impacto perdurable de Death en el metal,
Al terminar la presentación, es importante señalar que hoy celebramos la vida, el legado, la música y la historia que ha marcado generaciones completas. Tanto aquellos que no pudieron ver a Chuck en vida como aquellos que tuvieron el privilegio de explorar su música estuvieron unidos como un todo, representados por Death to All. Presenciar un espectáculo que nos sumergió en la esencia misma de Death fue una experiencia inolvidable, anhelando que nunca terminara. Sin embargo, sabemos que la música inmortal de Death será eterna, un símbolo que perdurará a través de los años y seguirá inspirando a generaciones venideras. Sus discos seguirán siendo utilizados como puntos de referencia en la historia del metal, recordándonos siempre la grandeza y la innovación de esta legendaria banda.
De esta forma culminó una jornada impresionante llena de mucho metal y nostalgia. Una, que esperamos se repita. Agradecemos a Southern Events por la invitación.
Death to all:
Nota: Nicolás López
Fotografía: Benjamín López