La noche del jueves 12 de diciembre, en el teatro Caupolicán, comenzó como un presagio de tempestades. El ambiente, cargado de energía, reunió a cientos de almas que buscaron refugio en los acordes de tres potentes bandas. Decessus, Heaven Shall Burn y Jinjer escribieron una página dorada en la memoria del metal chileno, dejando al público entre el caos y la redención.
Decessus: El rugido nacional
Decessus dió inicio a la velada con «The Awakening», una intro ominosa que parecía el grito de guerra antes de la batalla. Cuando explotó «Traitor», las primeras filas ya se habían rendido ante el despliegue visceral de la banda. Con guitarras afiladas de la mano de Carlos Palma y una batería implacable, temas como «Red Abyss» y «Dying Hope Blossoms« hicieron retumbar el recinto; el resto de la banda está integrado en la batería por Martin Fénix, en el bajo Jaime Pape e Ignacia Fernández con su poderosa voz. Su cierre, con «Deliverance», fue un clímax emocional, dejando al público electrizado y con ganas de más.
La banda generó gran expectación entre los asistentes y logró una buena convocatoria temprana de la prensa, a pesar de tratarse de un día laboral. Recordemos que hace algunos días, mediante sus RRSS, la banda anunció su participación en el Hellsinki Metal Fest 2025 en Finlandia, gran logro para la banda nacional.
Setlist: Decessus
- The awakening (Intro)
- Traitor
- My war of pain
- Red Abyss
- Dying Hope Blossoms
- The eve of severe tongues
- Delivarance
Heaven Shall Burn: La furia hecha música
Los alemanes de Heaven Shall Burn llegaron como una fuerza indomable. «Awoken» marcó el comienzo, seguida por la brutal «Endzeit», que desató el primer gran mosh pit de la noche. Su set fue una descarga de adrenalina pura: desde la cruda «Bring the War Home» hasta la melódica pero contundente «The Weapon They Fear», cada canción fue recibida con éxtasis por el público.
Cabe destacar que su frontman, Marcus Bischof, vistiendo una polera de la selección chilena de fútbol, mantuvo una energía increíble durante todo el show de la banda. Bailó, conversó con el público, saltó e incluso compartió anécdotas sobre su infancia en la antigua Alemania del Este. Contó cómo crecieron junto a compañeros chilenos que emigraron durante los años 70, mencionando figuras emblemáticas como Salvador Allende, Víctor Jara y Pablo Neruda.
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Durante el espectáculo de la banda se formaron intensos mosh en el público al compás de la música, demostrándole a la banda que siempre serán bienvenidos en Chile y que ya forman parte de su diáspora.
«Black Tears», su cover de Edge of Sanity, demostró su versatilidad y respeto por las raíces del género, mientras que el cierre con «Corium» dejó a todos sin aliento. La conexión entre la banda y sus fans fue palpable: sudor, gritos y puños al aire sellaron la presentación, mientras lanzaban uñetas, baquetas e incluso el mismo Marcus se abalanzó sobre el público.
Setlist: Heaven Shall Burn
- Awoken
- Endzeit
- Bring the War Home
- Übermacht
- The Weapon They Fear
- Hunters Will Be Hunted
- Voice of the Voiceless
- Behind a Wall of Silence
- My Heart and the Ocean
- Black Tears (Edge of Sanity cover)
- Corium
Jinjer: Virtuosismo y catarsis
El momento cumbre llegó con Jinjer. La banda ucraniana arrancó con «Just Another», una explosión que marcó el tono de su poderoso set. Tatiana Shmailyuk, con su voz camaleónica, hipnotizó a todos desde los primeros acordes. Clásicos como «Ape» y «Teacher, Teacher!» demostraron su maestría en fusionar brutalidad y sensibilidad; cabe destacar que al momento de su presentación el Teatro Caupolicán se encontraba en su full capacidad.
La versatilidad de cada uno de sus integrantes sobre el escenario es un punto a destacar, ya que ha sido una de las bandas con mayor crecimiento en los últimos años en la escena mundial del metal. En las cuerdas, Eugene Abdiukhanov (bajo) y Roman Ibramkhalilov (guitarra) demostraron una gran destreza musical y conocimiento del instrumento, mientras que Vlad Ulasevich, en la batería, hacía retumbar el teatro con su poderío sobre los cueros.
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El momento de introspección llegó con «Perennial», una canción que transformó al teatro en un mar de emociones. Con su técnica impecable y un carisma arrollador, Jinjer llevó al público por un viaje de contrastes: la agresión de «Rogue» y la melancolía de «Retrospection» dejaron huellas imborrables. Su cierre con «Pisces» fue la guinda del pastel, un recordatorio de por qué son una de las bandas más innovadoras del metal actual.
Setlist: Jinjer
- Just Another
- Sit Stay Roll Over
- Ape
- Fast Draw
- Green Serpent
- Retrospection
- Teacher, Teacher!
- On the Top
- I Speak Astronomy
- Someone’s Daughter
- Kafka
- Copycat
- Perennial
- Rogue
- Pisces
Nota: Luis Bonilla
Fotos: Eduardo Sandoval