En una noche que quedará grabada en la memoria de los fans chilenos del icónico rapero estadounidense Austin Richard Post, mejor conocido como Post Malone, hizo su esperado regreso al país con una presentación en solitario que dejó al público en estado de euforia, el martes 29 de agosto, en el Estadio Bicentenario de la Florida en Santiago, el cual se convirtió en el epicentro de la música y la pasión, gracias a Post Malone haciendo vibrar las fibras del público con su característica energía de estrella de rock.
Con su tour titulado «If Ya’ll Weren’t Here, I’d Be Crying», Post Malone demostró una vez más su capacidad para reinventarse y sorprender a sus fans. Esta gira marcó su primera incursión con una banda en vivo, llevando su espectáculo a un nivel completamente nuevo, acompañado por un elenco de músicos talentosos que complementan a la perfección su presencia magnética en el escenario, el rapero detrás del éxito «Rockstar» creó un viaje musical inmersivo que dejó a la audiencia maravillada.
La noche inició a las 20:00 hrs. con la presentación del artista chileno, Pablo Chill-E, quien es un rapero y cantante de la comuna de Puente Alto de la ciudad de Santiago, además de ser el creador del movimiento Shishigang. El artista, fue el encargado de encender los motores en la previa, quien se apoderó del escenario con su energía y puesta en escena, consiguiendo que sus temas: “Singapur, “Vibras”, “Hablamos mañana”, resonarán en todo el recinto, generando cantos y saltos de entusiasmo entre los asistentes, durante su presentación.
Siendo las 21:00 hrs, llegó el momento más esperado, mientras el público aclama a la estrella de la noche llamándolo Posty, se apagan los reflectores del estadio y se encienden las luces del escenario, el espectáculo comienza con un cuarteto de cuerdas, mientras los miembros de la banda subían al escenario y con una explosión de energía Post Malone, hizo su entrada con algunos de sus temas más queridos «Better Now», «Wow» y «Psycho». La energía en el Estadio Bicentenario era palpable, con miles de personas entregándose a la música y al ritmo, provocando a sus fanáticos un ensordecedor estallido de gritos, aplausos y vítores que sacudieron el Estadio Bicentenario.
Las siguientes dos horas fueron una completa fiesta de amor entre un artista y sus fans, desde la primera canción, Post Malone quien lucía una camiseta de la selección chilena regalada en su llegada al país, hacía señales de corazón con las hacia sus fans, e incluso se acercaba para saludarlos.
Uno de los momentos más emocionantes llegó durante la intensa interpretación de «Rockstar», donde el Fan Projet de Malone, dio instrucciones a los asistentes de colocar la pantalla del celular en rojo o usar el flash, sumado a que esta parte del espectáculo va acompañada de efectos, imágenes detonantes e intensa energía en el escenario dejaron a la multitud asombrada e iluminaron el estadio, seguidamente Malone interpretó el tema “Feeling Whitney”, momento en que alguien del público lanzo una camiseta del Colo-Colo, equipo de fútbol local, el artista no dudo en colocársela y lucirla para su siguiente canción.
Un momento verdaderamente conmovedor ocurrió cuando Post Malone invitó a un chico del público al escenario a tocar la guitarra para interpretar «Stay», el chico sorprendido y nervioso declaro que sus ingles no era muy bueno, Post Malone lo guiaba y apoyaba pacientemente durante toda la canción, la genuina admiración de Post Malone por su fan fue evidente cuando se convirtió en el mayor apoyo del joven guitarrista, ofreciéndole un sincero abrazo y antes de continuar con el show.
La actuación del rapero se extendió durante casi dos horas, regalando al público una mezcla de sus éxitos más aclamados y presentando nuevos temas que reflejan su evolución artística, el set final estuvo lleno de éxitos inolvidables como: “Overdrive” donde el público acompaño a Post con los flash encendidos, «Congratulations» donde lanzaron globos de colores, «White Iverson» y “Sunflower” donde vimos miles de girasoles entre público. Durante toda la noche, disfrutamos de la personalidad auténtica de Post Malone, quien brilló con intensidad, rompiendo estereotipos con su apariencia llena de tatuajes y compartiendo su gratitud durante toda su presentación por el apoyo y cariño de sus seguidores.
La primera visita en solitario de Post Malone a Chile, se convirtió en una experiencia única y emocionante, la fusión de su música contagiosa, su presencia cautivadora en el escenario y su conexión genuina con el público, creó un ambiente de pura euforia que resonará en los corazones de sus fanáticos, quedando grabados en la memoria de todos, mucho después de que las luces del escenario se hayan apagado.
Nota: Lizbeth Castillo
