El pasado 22 de marzo, el Teatro Teletón fue testigo de una de las noches más intensas del metal extremo en Chile. Desde tempranas horas, los seguidores de Slaughter to Prevail se congregaron en masa a las afueras del recinto, ansiosos por recibir a los rusos con una energía desbordante. La fila rodeaba la cuadra, reflejando la impaciencia de un público que sabía que estaba por presenciar algo legendario.

Fotografía por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees

Before Breathing: la tormenta antes del huracán

A las 20:00 horas, los encargados de encender la mecha fueron los nacionales Before Breathing, una banda que no pudo ser más apropiada para iniciar la velada. Su combinación de death metal y metalcore dejó al público completamente prendido, con una energía abrasadora que se reflejaba en cada breakdown y en los guturales demoledores de Jorge, su vocalista. Con temas como «Dead Thoughts», «Burn This Nation», «Dying for a Moment», «The Last Funeral» y «Oceans of Hate», conquistaron a la audiencia al punto de que, al finalizar su presentación, un estruendoso coro pedía una canción más. Aunque el itinerario no lo permitió, la banda se retiró en medio de ovaciones, dejando la cancha caliente para lo que se venía.

Fotografía por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees
Fotografía por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees
Fotografía por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees

Slaughter to Prevail: la explosión del caos

Tras media hora de preparación, llegó el momento que todos esperaban. Entre luces y gritos ensordecedores, Slaughter to Prevail irrumpió en el escenario con sus icónicas máscaras doradas, desatando una tormenta con «Bonebreaker». La adrenalina se disparó al instante y el recinto se transformó en un caos absoluto. La hiperactividad de Alex Terrible era contagiosa, llevando a todos a saltar y mover la cabeza con frenesí.

La noche continuó con una descarga brutal de temas como «Baba Yaga», «Conflict», «Koschei» y «Viking», cada uno recibido con gritos eufóricos y un mosh pit imparable. Como era de esperarse del público chileno, reconocido por varios artistas como uno de los mejores del mundo, no faltó la tradicional bengala encendida en medio del mosh, iluminando el torbellino de cuerpos en movimiento.

El teatro se convirtió en un campo de batalla con chicos sin polera girando en el mosh, gritos ensordecedores y puños en alto, todo en perfecta sincronía con la brutalidad sonora de la banda. Alex, en un gesto de conexión total con el público, se envolvió en la bandera chilena mientras cantaba, desatando una ovación ensordecedora.

Fotografía por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees
Fotografía por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees
Fotografía por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees

Gutural sin micrófono y un micrófono abollado

Uno de los momentos más épicos llegó cuando Alex pidió silencio. Con una mirada desafiante y una pose de guerra, lanzó un gutural sin micrófono que retumbó en todo el recinto, demostrando su descomunal capacidad vocal. Para rematar, golpeó su frente con el micrófono, generando un estruendo metálico que dejó a todos atónitos. Horas más tarde, compartiría en sus redes sociales un video mostrando cómo deformó el micrófono y las marcas en su frente, prueba de la intensidad con la que vivió el show.

 

Fotografías por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees

 

Un final demoledor

El setlist no bajó en intensidad en ningún momento. Temas como «Bratva», «Grizzly», «Hell», «1984», «I Killed a Man», «Behelit» y «Kid of Darkness» mantuvieron la adrenalina en su punto máximo. Wall of deaths, circle pits y crowd surfing fueron parte del espectáculo, con Alex incitando a abrir más espacios para el caos.

Finalmente, llegó el broche de oro: «Demolisher». La explosión final de furia y poder llevó a la audiencia a un último mosh desenfrenado, con una última bengala iluminando la pista. La banda se retiró en medio de una ovación ensordecedora, dejando a todos exhaustos, eufóricos y completamente felices.

No cabe duda de que Slaughter to Prevail demostró que su propuesta es una de las más aplastantes del metal extremo actual. Con una entrega descomunal, un sonido demoledor y un público que les respondió con la misma intensidad, esta noche quedó grabada en la memoria de todos. Si duda fué una noche increíble, una noche que esperamos repetir pronto en los años venideros.

Fotografía por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees
Fotografía por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees
Fotografía por Benjamín Lopez / @benjamin_voorhees

 

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