Después de una espera que había sido largamente anticipada y que había generado una gran expectación entre los aficionados, The Lumineers, finalmente, hicieron su ansiado retorno a nuestro país. El majestuoso Teatro Caupolicán se erigió como el escenario perfecto para una noche cargada de emociones y calidez, en la que el público esperaba con entusiasmo la llegada de los músicos de Denver en el marco de su tan esperada gira «The Brightside Tour».
El ambiente que se respiraba antes de que diera inicio el espectáculo fue sencillamente excepcional. Los apasionados seguidores de la banda se congregaron en el lugar, vistiendo sus mejores galas y creando un ambiente de auténtica calidez y serenidad, que inundó cada rincón del recinto, creando la atmósfera perfecta para lo que se avecinaba.
Puntualmente a las 20:00 hrs, Nando García, el encargado nacional de abrir el show, hizo su entrada de manera magistral. Acompañado solo por su guitarra, ofreció una cálida bienvenida que fue recibida con efusivos aplausos por parte de la audiencia. Nando expresó su gratitud y emoción ante la respuesta del público. Tras cerca de 20 minutos de actuación, el músico se despidió humildemente en medio de una ovación generalizada.

A las 21:00 hrs, las luces se desvanecieron al ritmo de «Desesperado» de Rihanna, y poco a poco volvieron a encenderse para dar paso a The Lumineers, que comenzaron su actuación con la emotiva «Cleopatra». El Teatro Caupolicán vibró con el impactante recibimiento del público.
Los músicos interpretaron juntos «Flowers in Your Hair», un momento destacado de la noche, seguido de la sorprendente interpretación de «Ho Hey», la canción más emblemática del grupo, que hizo vibrar al teatro. Luego, continuaron con «Angela», manteniendo un ritmo sin pausas.

Wesley Keith Schultz, el vocalista del grupo, agradeció el cálido recibimiento del público y expresó su gratitud por estar en Santiago. Interpretaron «WHERE WE ARE» y «Dead Sea», destacando la impresionante calidad vocal de Wesley al finalizar con agudos. Mientras tanto, Stelth Ulvang, el pianista y multiinstrumentista del grupo, interactuó constantemente con el público antes de tocar «A.M. RADIO» y «Slow It Down». Esta última canción estuvo acompañada por una bola de discoteca que iluminó todos los rincones del teatro, creando un momento emotivo.

La interpretación de «Charlie Boy» con un cello y violín fue un punto culminante, seguido de «Brightside», la canción que da nombre a su último trabajo, que resonó fuertemente mientras el público iluminaba el lugar con las linternas de sus teléfonos desde todos los ángulos. «Gloria» y «Sleep on the Floor» fueron las siguientes interpretaciones, y en esta última, Ulvang levantó una bandera chilena desde la audiencia y la abrazó a su piano.

La interpretación de la ya clásica «Ophelia» fue un momento importante de la noche, con el público cantando a todo pulmón y los músicos interactuando entre ellos en el escenario, lo que reflejaba el buen ambiente que se vivía en ese momento.
La noche continuó con canciones como «Leader of the Landslide», «Salt and the Sea» y «Gale Song», manteniendo una atmósfera melancólica y emocionante. Luego, «Walls (Circus)» rindió homenaje a la carrera de Tom Petty con un emocionante cover. Después de interpretar «Big Parade», en la que Ulvang hizo piruetas sobre su piano, Wesley agradeció al público y presentó a la banda, prometiendo regresar a nuestro país para posteriormente tomar un breve descanso.

Con una ovación y gritos incesantes del público, Wesley Keith Schultz y Jeremiah Caleb Fraites regresaron al escenario para interpretar «Donna», con Jeremiah tocando el piano y Wesley sentado sobre él. Gradualmente, el escenario se iluminó nuevamente cuando el resto de los miembros de la banda se unieron para continuar con «Submarines» y «REMINGTON».
Un momento especial ocurrió durante la interpretación de «REPRISE», cuando Wesley descendió hasta la barrera para cantar y saludar al público que se encontraba en la primera fila. Incluso tuve la oportunidad de saludarlo y estrecharle la mano en ese momento. La emoción alcanzó su punto máximo cuando, al final de la canción, Wesley tuvo que solicitar la ayuda del personal de seguridad para asistir a un miembro del público que estaba en apuros. Afortunadamente, todo salió bien y el espectáculo continuó sin problemas.

Para culminar el show y desatar la euforia en el público, interpretaron «Stubborn Love». Stelth Ulvang se acercó al público con su guitarra en mano y subió a la platea del teatro mientras la canción sonaba. Este momento se desarrolló de manera increíble, con el público coreando la que sería la última canción. Con todos los miembros de la banda en el escenario, The Lumineers se despidieron de su audiencia entregando regalos y firmando artículos. Humildemente, abandonaron el escenario entre una ovación generalizada de los asistentes, que sin duda nunca olvidarán la experiencia vivida durante el espectáculo de aproximadamente una hora y media.

El espectáculo ofrecido por The Lumineers en esta jornada no dejó nada que desear. Con un escenario sencillo, compuesto por un telón negro y luces cálidas, lograron crear un espectáculo vibrante que destacó por el gran talento y buen humor de los miembros del grupo, quienes constantemente interactuaron entre ellos, ofreciendo un espectáculo visualmente entretenido. A pesar de la escasez de pausas en el espectáculo, se mantuvo una conexión constante entre la banda y el público, que se fue satisfecho y lleno de alegría. Con la promesa de volver a nuestro país y un público completamente entregado, el show de The Lumineers indiscutiblemente se convirtió en uno de los eventos más destacados del año.

Agradecemos a Fauna Producciones por brindarnos la invaluable oportunidad de formar parte de este inolvidable evento.
Nota de Kevin Fuentealba
Fotografias de @pauloxreyes y Fauna_Prod