El pasado 17 de noviembre, el Teatro Cariola de Santiago de Chile fue testigo de una noche inolvidable, donde las emociones desbordaron los corazones de los asistentes. En un ambiente cargado de felicidad, energía y bailes, Rising Angel y Saratoga unieron fuerzas para brindar un espectáculo que quedará grabado en la memoria de todos los amantes del heavy metal.

Mariano Beuses

La velada comenzó con la potencia nacional de Rising Angel, quienes demostraron por qué son una de las bandas más prometedoras de la escena chilena. Con canciones como «Revolución» y «Ángeles Caídos», llenaron el recinto de riffs contundentes y letras cargadas de sentimiento. La interpretación de «Mensajero de la Eternidad» cerró su presentación con una energía tan sideral como su propio tema, dejando al público en un estado de euforia anticipada.

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Sin duda, uno de los aspectos a destacar es que, al momento de la presentación de la banda nacional, ya había una gran cantidad de público presente para verlos, demostrando la fuerte conexión que tienen con sus seguidores. Los nacionales también tocaron en vivo «Libertad», su último sencillo, lanzado la semana pasada.

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Setlist Rising Angel:

Revolucion
Errores
Angeles Caidos
Libertad
Sideral
Mensajero de la Eternidad

Cuando las luces se apagaron nuevamente, una marea de aplausos anunció la llegada de los legendarios Saratoga. La banda española arrancó con «San Telmo 1940», sumergiendo al público en un viaje épico desde los primeros acordes. Canciones icónicas como «A morir» y «Maldito corazón» demostraron por qué Saratoga sigue siendo un pilar del heavy metal en español.

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Durante el comienzo del evento hubo bastantes fallas de sonido sobre todo con el retorno de Tete Novoa, también la pantalla del Teatro Cariola estaba apagada debido a que tuvo también problemas eléctricos por lo que no se pudo transmitir las visuales que la banda tenia preparada.

Incluso en el tema «Contigo Sin Ti», Tete pidió detener la canción porque la guitarra de Charly Parra había dejado de sonar. Aprovechó la pausa para conversar de manera amena con el público y entretenerlos mientras se resolvía el problema. Lo más destacado de este momento fue cuando anunció que en enero de 2025 entrarán a grabar su nuevo disco, después de seis años.

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El talento individual de sus miembros brilló con solos magistrales: Arnau electrizó al público con su solo de batería, mientras que el bajo de Niko del Hierro y la guitarra de Charly Parra hicieron vibrar cada rincón del teatro. Momentos como «Si amaneciera» y «Ave Fénix» arrancaron coros apasionados de la audiencia, mientras que «Vientos de guerra» y «Perro traidor» cerraron la noche con una explosión de energía y nostalgia.

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El Teatro Cariola no fue solo un escenario, sino un templo donde fans de todas las edades celebraron la fuerza del metal en un ambiente de camaradería y emoción desbordante. Al salir, las sonrisas y los cantos aún resonaban en las calles de Santiago, recordando a todos que, por noches como esta, el heavy metal sigue siendo inmortal.

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Nota: Luis Bonilla

Fotos por: Mariano Beuses

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