Por: Lukas Arias
Fotos: René Bravo
La banda emo/pop punk Hot Mulligan hizo su debut la tarde del 23 de marzo, en nuestro país. Con más de 10 años de actividad, estos nativos de Michigan, EE.UU., se han establecido firmemente en la cima de la escena actual, autodenominándose como «The #1 Hot New Band».
El show comenzó puntualmente y a una hora temprana, como suele ocurrir los domingos. Cerca de las 19:30, los músicos descendieron por las escaleras del Club Ámbar para tomar sus posiciones en el escenario. Antes de iniciar, el vocalista Nathan Sanville mencionó que estaban cansados, pero que darían lo mejor de sí, y cumplieron su promesa. La energía desbordante de cada integrante se fusionó con el entusiasmo del público, creando una atmósfera vibrante y llena de momentos memorables.
Arrancaron con fuerza con «Drink Milk and Run», lo que me hizo dudar de su supuesto cansancio… aunque sus rostros lo confirmaban. A pesar de ello, la banda entregó un show enérgico y bien ejecutado. Su presencia en el escenario fue sobria, pero lejos de ser monótona: los músicos intercambiaban posiciones, el vocalista se acercaba al público y en conjunto, lograron una presentación sólida y envolvente.
Momentos clave marcaron la noche: stage dives de los más aventureros, fanáticos surfeando sobre la multitud, saltos y cánticos frenéticos que envolvieron el recinto, además del característico humor irónico de la banda. Un ejemplo de esto fue cuando Nathan habló sobre la unidad y, con su clásico sarcasmo, insultó a los del balcón por «creerse más cool que nosotros», desatando la respuesta unánime del público, que les apuntó con el dedo del medio entre risas y gritos.
Otro instante inolvidable llegó cuando Chris Freeman, guitarrista, sorprendió a todos con una pregunta inesperada: «Preparé una canción sobre chupar pico en español un poco antes, pero olvidé cómo se dice chupar pico en español.» Y como buen chileno bueno para el chiste corto, el público no dudó en responderle. Sin pensarlo dos veces, Chris comenzó a improvisar unos riffs mientras repetía «Chupa pico», y para sorpresa de todos, la banda se sumó a la ocurrencia, transformando el momento en una pequeña canción improvisada. La ocurrencia desató carcajadas y aplausos, creando un recuerdo único e irrepetible de la noche.
El setlist estuvo cargado de grandes clásicos, con especial énfasis en los álbumes Why Would I Watch y You’ll Be Fine. La energía y entrega de la banda dejaron satisfechos a todos los asistentes que llenaron el recinto en pleno Barrio Bellavista. Y al parecer, la sensación fue mutua, ya que los norteamericanos no dudaron en elogiar al público chileno, declarando que Santiago ha sido la mejor ciudad hasta el momento. Aún les queda gira por delante, aunque ya superaron a los grandes contendientes de la región, como Argentina y Brasil. Ahora, su primera aventura por Latinoamérica los llevará a México y Costa Rica.
Para cerrar la noche con broche de oro, algunos de los músicos salieron a compartir con los fans que aún permanecían afuera del club, tomándose fotos, firmando autógrafos e incluso estampando su firma en un… poto (???). Quedé plop! Sin duda, la buena onda y disposición de la banda reflejaron el cariño que recibieron en su debut.
Esperemos que regresen pronto con un show aún más grande, como se lo merecen.
Agradecimientos a Monkey por la invitación
